Juan Ignacio Reyes comenzó a nadar a los seis años en una alberca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el norte de la Ciudad de México. La intención de sus padres cuando lo inscribieron era que mejorara su movilidad, afectada al carecer de los dos brazos. Su gusto se convirtió en sueño, y este en una realidad que ha sido coronada con medalla de oro en cuatro ediciones de los Juegos Paralímpicos.
Reyes no pagaba por aprender a nadar en la Clínica 23, una instalación médica que resguarda una de las albercas más populares en la zona y que ha visto crecer a reconocidos atletas olímpicos como los clavadistas Joaquín Capillas, quien ya falleció, Carlos Girón y Fernando Platas, todos medallistas.
“Estas instalaciones y otros deportivos públicos pueden ser una gran cuna para el deporte mexicano en general”, dice a CNNMéxico. Sin embargo, el análisis no es del todo positivo: “Los espacios públicos no se aprovechan. Hay que impulsar a la gente a moverse a hacer deporte, a activarse a luchar por un sueño”.
Con su medalla de oro en los 50 metros de natación en
El caso exitoso de Reyes y otros atletas paralímpicos ahora son retomados por el gobierno mexicano para vislumbrar una estrategia de motivación para que las personas con discapacidad en México acudan a los deportivos públicos para activarse.
“Ustedes pueden dar lecciones a México y al mundo de entereza, de disciplina, de coraje y de valor”, dijo el presidente Felipe Calderón a la delegación integrada por 81 atletas durante un desayuno organizado para su reconocimiento este jueves.
La recuperación de espacios públicos servirá para dar impulso y mayor difusión al deporte paralímpico, completó Bernardo de la Garza, director de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), y quien asegura que antes de terminar la administración, el 1 de diciembre, se realizará un evento deportivo que busque la atención de las personas con discapacidad de acercarse al deporte adaptado.
“Es una invitación a la población que tiene discapacidad en nuestro país para que acuda a los espacios públicos. La mayoría de ellos se han certificado para libre acceso y tenemos que romper la barrera de que la población no se siente invitada a participar en un deportivo”, dijo de la Garza a CNNMéxico.
“Desde niño, mis papás me inscribieron en la escuela de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para hacer un deporte y no me quedara sin hacer nada”, dijo a CNNMéxico Gustavo Sánchez,
“De un hobby me di cuenta que era bueno, aprendí mas rápido que todos y a los ocho años empecé a competir”, aseguró el joven de 18 años y que no cuenta con tres de sus extremidades.
La Conade espera organizar este magno evento deportivo a principios de noviembre. De concretarse sería replicado en todo el país y reuniría tanto a los atletas olímpicos como los paralímpicos.
“Todos tenemos una historia diferente, una discapacidad que admirar. Para mí lo fue Moisés Galindo —primer medallista de natación de los Juegos Paralímpicos—. Ahora trato de hacer lo mismo, de ayudar e inspirar”, dice