Nombres complicados y proféticos acompañan a los caballos de carreras
Di estos nombres lo más rápido que puedas: Hoof Hearted, Whykickamoocow. No es un trabalenguas, sino los nombres de caballos anunciados rápidamente por los comentaristas acostumbrados a enredarse con las más difíciles, y ridículas, menciones del planeta.
Los absurdos nombres de caballos son parte de la experiencia de las carreras, al igual que las mujeres con sombreros o las apuestas. Pero nominar a un purasangre también está sujeto a regulaciones internacionales, con el poder de los apostadores y el fin de formar el legado del caballo.
“Si te das cuenta, en las grandes carreras no hay muchos caballos que ganen sin un buen nombre”, dijo Cornelius Lysaght, comentarista británico.
“Frankel ( el potro superestrella retirado después de una invencible carrera de 14 triunfos) era un nombre agradable. Era muy distintivo, fuerte y fácil de pronunciar, incluso el micrófono lo aplaudía".
“El entrenador Sir Henry Cecil lo nombró en honor al entrenador Bobby Frankel que murió de cáncer, lo cual le dio cierto tono misterioso al caballo”.
Entonces, ¿por qué algunos son tan extravagantes? Por un lado es una manera de romper un poco las reglas, esto sumado a que ningún purasangre profesional puede tener el mismo nombre que otro. Incluye nombres que se escriban de diferente manera, pero fonéticamente suenen igual.
Los nombres no pueden tener más de 18 letras con un límite de siete sílabas, el cual está protegido por 20 años, y hasta por 35 si el caballo se convierte en semental después de su retiro.
Existe un santo grial de los nombres que se consideran muy importantes, esos nunca se pueden volver a usar.
Cuando la gente dice, "nunca habrá otro Frankel”, no se equivocan. Las autoridades de la Federación Internacional de Carreras de Caballos han puesto al caballo en su lista de los eternamente protegidos, junto con otros grandes como el australiano Phar Lap y el corcel estadounidense Seabiscuit.
Un vacío en las reglas permite a los caballos de diferentes países tener el mismo nombre, solo si incluyen el prefijo de la nación al final.
Y si quieres nombrar a tu caballo como una persona o compañía, tienes que pedir permiso. Margaret Thacher, primer ministro británica, rechazó una propuesta del famoso y finado Clement Freud, un antiguo chef-celebridad, político y nieto del famoso psicoanalista Sigmund Freud, quien quería bautizar al animal con el nombre de su abuelo. Al final se quedó con Weareagrandmother.
También están los nombres considerados demasiados ofensivos para la pista. Entre las atrevidas sugerencias que no llegaron a tener el sello de aprobación están: Chit Hot, Harry Balzitch, Pee Ness y Hucking Fell.
Los nombres de organizaciones terroristas como Al Qaeda e IRA tampoco son permitidos, aunque Paul Khan, director de carreras de Weatherbys, admitió que algunos nombres se les escaparon en años anteriores.
“También tienes que tomar en cuenta las diferencias culturales. En Gran Bretaña, por lo general la gente se sentiría halagada de que un caballo lleve su nombre, pero en Francia lo más seguro es que lo vean como un insulto”, dijo él.
Lysaght, comentarista de la BBC, ha tenido que pronunciar varios nombres de difíciles en su carrera de más de 30 años.
“Varios nombres complicados en una final cerrada puede dar un poco de miedo”, dijo. “Si algunos de los nombres más difíciles se retrasa en una carrera, pienso que el comentarista dice, ‘Gracias a Dios que ese ya no está en la carrera’ ”.
Afortunadamente para Lysaght, los ganadores más prolíficos en años recientes han tenido nombres cortos y fácilmente pronunciables, piensa en Frankel o la yegua estrella Black Caviar .
“Ahora hay cierta tendencia por las palabras cortas y reales”, continuó. “La Reina es conocida por nombrar a sus caballos con palabras sensatas y bastante bien construidas, como Sea Shanty”.
Pero, ¿un nombre puede afectar el desempeño de un caballo? ¿Es posible tener un caballo campeón con el nombre de Perdedor? Lysaght cree que el nombre de un caballo puede ser profético, hasta cierto punto.
“Los dueños de Camelot apartaron el nombre desde hace 10 años, pensaron que era maravilloso pero no habían encontrado al caballo ideal”, contó Lysaght.
“Querían esperar y ponérselo a un equino grandioso que viviera al nivel del mítico título. Y finalmente no lo hubo”.
El potro británico Camelot estuvo a punto de completar su promesa, al ganar las 2,000 Guineas de este año y el Derby Epson, pero no pudo con la Triple Corona Inglesa después de llegar en segundo lugar en el St. Leger Stakes.
Es difícil señalar el lazo entre los nombres y su desempeño. Sin embargo, el efecto sigue interviniendo en los hábitos de los grandes apostadores.
“Creo que tiene mayor influencia en el Grand National de Gran Bretaña, en donde se encuentra una gran parte de apostadores inexpertos”, dijo Khan.
“Tienes varias apuestas en nombres atractivos, cosas que tienen un elemento humano con el que la gente se puede identificar o que están construidos de una manera inteligente”.
En lo que respecta al legado del caballo, Khan dice que es por el desempeño.
“Creo que el porcentaje de personas que se siente atraída, no por el nombre, considera más el desempeño del caballo y no al revés”, dijo.
Entonces si Khan tuviera un caballo ¿Qué nombre le pondría? “Workshop Bellyflop. Es un nombre que simplemente se me ocurrió cuando daba una plática en Workshop, en East Midlands.
No es un Camelot. Pero, como la Julieta de Shakespeare dijo: “¿Qué es un nombre? Si aunque nombremos a la rosa de otra manera, de todos modos seguiría oliendo igual de dulce”.