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El hombre olvidado del futbol: la historia de la muerte de Diego Mendieta

El deportista de 32 años murió de una infección en Indonesia, sin ayuda de las autoridades de futbol de ese país y lejos de su país natal
jue 06 diciembre 2012 01:41 PM

Diego Mendieta necesitaba ayuda.

Pero ahí estaba, sin apoyo. Solo. Muriendo. 

No había noticias. No había un hashtag que dijera #orenporMendieta, ni siquiera una línea en internet.

Con el mundo ajeno a su situación, el paraguayo, a miles de kilómetros de su hogar, murió a los 32 años en un hospital de Indonesia este martes.

Antes, Mendieta jugaba para Persis Solo, un club a 90 minutos en avión de la capital, Jakarta. Deseaba volar a casa para ver a su esposa y dos hijos, pero no había recibido cuatro meses de salario equivalentes a 12,500 dólares.

Mendieta se enfermó y murió trágicamente de citomegalovirus, una infección común que puede ser propagada con la tos o los estornudos.

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En sus últimos días, sin dinero suficiente para financiar su tratamiento médico, se cambió de hospital tres veces y perdió aproximadamente 17 kilogramos antes de morir.

Su cuerpo esquelético fue dejado en una camilla, cubierto por una playera vieja del Real Madrid, con pocos aficionados al futbol para hacerle compañía.

Es una historia que se ha extendido en todo el mundo y que dejó otra mancha en el deporte en Indonesia, donde dos organizaciones rivales luchan por el control del juego.

"Después de que su contrato expiró en junio y su exclub no había pagado su salario, Mendieta sufrió financieramente. Jugó en algunos partidos de futbol para sobrevivir en Solo", dijo a CNN el periodista Sam Hadi, de Kompas Daily.

“No podía pagar su habitación rentada en los últimos seis meses. Incluso tuvo dificultades para pagar la comida, así que sus amigos, colegas y aficionados recaudaron dinero para ayudarlo.

“Su agente había aconsejado a Mendieta regresar a casa; preparó el vuelo de avión para él. Pero según reportes, Mendieta dijo que estaba avergonzado por no llevar dinero de regreso a su país”.

Tras enfermarse a principios de noviembre, Mendieta fue diagnosticado con fiebre tifoidea. Para el momento en que llegó al tercer hospital, donde no podía costear las cuentas médicas, el citomegalovirus había llegado a su cerebro, dijo Hadi.

“Fue una situación muy, muy triste para él”.

El futbol en el país asiático ha sido afectado por las peleas entre la Asociación de Futbol de Indonesia (PSSI) y el Comité de Rescate de Futbol de Indonesia (KPSI).

El organismo mundial de futbol, la FIFA, ha amenazado con imponer sanciones a menos que se alcance un acuerdo.

Ambos organismos, que tienen sus propias competencias, acordaron dirigir solo una liga la próxima temporada para evitar castigos de parte de la FIFA. Se prevé que su comité ejecutivo se pronuncie sobre la cuestión en su reunión el próximo viernes.

El PSSI no respondió inmediatamente una petición de CNN para emitir comentarios.

“Desafortunadamente, de nuevo parece que los objetivos establecidos no serán alcanzados y, por lo tanto, anticipamos que el PSSI será sancionado”, escribió en una carta a Andi Mallarangeng ministro de deportes en Indonesia, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke.

“Estamos completamente conscientes de que Indonesia es apasionado por el futbol y que las sanciones tendrán un impacto importante. Hemos tratado incansablemente de resolver los problemas, pero tenemos miedo de que no habrá opción a menos que los objetivos sean cumplidos o que se haya hecho un progreso significativo”.

La división ha causado grandes alborotos dentro del futbol de Indonesia y generalmente los jugadores son los afectados. 

“La muerte de Mendieta plantea preguntas sobre cómo fue tratado por la gerencia de la Super Liga. ¿Por qué no se le pagó su salario durante tanto tiempo?”, dijo a AFP el oficial del PSSI, Rudolf Yesayas.

“Manejar el futbol es un asunto complicado. La muerte de Mendieta resalta la importancia de tener una asociación de futbol, no más”.

El equipo nacional también ha sufrido, perdiendo 10-0 con Bahrein en una calificación para la Copa del Mundo en marzo, un resultado que fue investigado por la FIFA debido a sospechas de arreglo de partidos.

“Han pasado casi dos años desde que el futbol de Indonesia se dividió”, dijo Hadi. “Sin embargo, los problemas financieros no solo golpearon a los clubes disidentes, sino también a los clubes que jugaron bajo la competencia del PSSI”.

Dijo que 13 clubes de ambas ligas están retrasados por meses con los pagos, según la asociación de jugadores.

“En este asunto, el PSSI dijo en su sitio web oficial que ayudarían con el costo de regresar el cuerpo de Mendieta a Paraguay, pero no pagarían el salario de los jugadores ya que Persis no jugó bajo la competencia del PSSI”, dijo Hadi.

“Por otro lado, los oficiales de Persis dijeron que habían transferido el salario de Mendieta a su esposa en Paraguay”.

Hadi dijo que un futbolista brasileño fuera del contrato, Bruno Zandonadi, también murió en consecuencias similares hace tres meses después de que resultó infectado durante un tratamiento en un hospital de Indonesia.

Aunque el alcalde de Solo, Hadi Rudyatmo, dijo que pagará las cuentas de hospital de Mendieta, el acto de altruismo es demasiado tarde para el FIFPro, el organismo que representa a los futbolistas en todo el mundo, con una membresía de 60,000 personas.

El FIFPro lanzó una “lista” a principios de este año, detallando el abuso de jugadores en el este de Europa. Repetidamente ha peleado casos para los jugadores que enfrentan violencia, terminación arbitraria de contratos y pagos de salarios sin hacer.

También ha tomado el caso del finalista de la Copa del Mundo 2010, Wesley Sneijder, a quien se le pidió extender su contrato sin pago adicional por parte del club italiano Inter de Milan.

“El FIFPro demanda que la asociación de futbol de Indonesia termine con el mal manejo estructural de interminables clubes de futbol”, afirmó en un comunicado el grupo con sede en Holanda.

“Es una desgracia para todo el futbol profesional en Indonesia”, añadió Frederique Winia, secretario general de la división Asia del FIFPro.

“Conozco interminables historias de jugadores a los que intencionalmente no les paga su club y tienen que esperar meses para su salario. Pero nunca he escuchado una historia donde un jugador seriamente enfermo se le ha dejado a su suerte por un club.

“Asumo que el club y la asociación nacional de futbol de Indonesia se han percatado de que seriamente han fracasado y tienen mucho que explicar, particularmente a la familia y a los familiares de Diego Mendieta. Lo menos que el club puede hacer es pagar los atrasos en el salario a su familia”.

El cuerpo de Mendieta fue trasladado de regreso a Paraguay, donde será enterrado.

Su esposa, Valeria, permanece firme en que las autoridades de Indonesia son las únicas responsables de la muerte de Mendieta. “Prácticamente fue abandonado, la única ayuda que recibió fue de tres compañeros paraguayos, nada más que eso”, dijo a Radio Cardinal.

La difícil situación de Mendieta atrajo simpatía generalizada. “Es un relato desgarrador”, dijo a CNN el experto en futbol de Indonesia, Anthony Sutton.

“Como un expatriado, sé que se siente estar por tu propia cuenta en un país extranjero y que tengas que valerte por ti mismo”, dijo Sutton, autor del blog Jakarta Casual.

“No se le pagó en cuatro meses y estaba todo solo sin nadie que pagara las cuentas. Los aficionados del Persis Solo, que son extremadamente apasionados, hicieron lo mejor que pudieron para recaudar dinero y ganaron aproximadamente 300 dólares.

“Pero antes de que descubriera la historia ya era demasiado tarde y estaba muerto. Es una tragedia real”.

Aunque el caso de Fabrice Muamba, el exjugador del Bolton que se colapsó en la cancha después de un paro cardiaco atrajo intensa cobertura mediática, Mendieta no tuvo la misma suerte.

El colapso de Muamba en el estadio White Hart Lane del Tottenham el pasado marzo fue transmitido en todo el mundo después de que el corazón del mediocampista se detuvo durante 76 minutos.

Cuando eso ocurrió, Twitter estuvo a toda marcha, y los jugadores en todo el mundo vistieron playeras de “Muamba” para expresar su solidaridad y los canales de noticias estuvieron a toda marcha.

Su recuperación subsecuente también ha sido bien documentada, con entrevistas en todo el mundo y una autobiografía recientemente lanzada.

Pero en Indonesia, donde el futbol no es el rey y el deporte está en desorden, Mendieta tenía pocas oportunidades. Solo después de su muerte, su nombre se volvió común.

“Siempre se quejó de estar solo”, dijo a los reporteros Guntur Hernawan, director de la división de medicina interna en el Hospital Moewardi en Solo.

“Dijo que quería ir a casa porque todos sus parientes estaban en Paraguay”.

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