"Si vuelvo a escuchar insultos racistas, abandono el estadio otra vez"
El centrocampista del AC Milán, Kevin-Prince Boateng, insistió en que abandonará cualquier juego de cualquier competencia si es víctima de insultos racistas.
Boateng dejó la cancha luego de ser objeto de insultos racistas durante un juego amistoso del Milán contra el Pro Patria, un equipo de la cuarta división de Italia, el cual fue pactado previo a la reanudación de la temporada de la liga de futbol italiano, que ocurrirá este sábado.
"No me importa qué tipo de juego sea —amistoso, de la liga italiana o un encuentro de la Liga de Campeones— yo lo abandonaré de nuevo", dijo Boateng a CNN durante una entrevista en exclusiva. Kevin es originario de Alemania pero juega para la selección nacional de Ghana.
El jueves, el jugador de 25 años se desgarró su camiseta en señal de disgusto durante la primera parte del encuentro y abandonó el partido, antes de que sus compañeros y los jugadores rivales hicieran lo mismo.
"Estoy triste y enojado de que yo sea quien tenga que tomar una acción", añadió Boateng. "Toda la gente que me apoya, también lo hará en un gran partido. Jugadores como Rio Ferdinand —defensor del Manchester United— y Patrick Vieira —exseleccionado francés y actual directivo del Manchester City— me han apoyado y se los quiero agradecer".
Durante el amistoso con el Pro Patria, el volante del Milán le dijo al árbitro hasta en tres oportunidades que estaba siendo víctima de insultos.
"No jugaré más si ocurre de nuevo", dijo Boateng. "El árbitro dijo: 'no te preocupes' pero yo le dije que yo sí me preocupaba, no es algo agradable".
"Estaba triste y enojado, y decidí que no seguiría jugando. Sentí muchas emociones negativas”.
"Estoy sorprendido de que todavía escuchamos estas cosas en 2013. No es la primera vez en mi vida que he escuchado esto, pero tengo 25 (años) y estoy harto de esta situación".
Boateng es uno de los varios jugadores de color de Milán, junto a M’Baye Niang, Urby Emanuelson y Sulley Muntari, quienes el jueves también fueron víctimas de los insultos de los fanáticos.
"Creo que no debemos decir todo el tiempo que no los escuchamos o marcharnos a la casa y decir que no escuchamos nada", dijo Boateng, al explicar su decisión de abandonar el partido.
"Tenemos que detenernos, observar, abrir los ojos. (El hecho) fue 100% racista y no tenía nada que ver con el futbol, no tenía nada que ver con nuestro equipo jugando contra ellos como rivales y por eso actué de esa manera".
La fiscalía de Italia presentará cargos contra al menos una persona a raíz de los comentarios lanzados contra los jugadores del Milán.
La policía y las cámaras del recinto lograron identificar a un hombre de 20 años y los fiscales esperan que más personas enfrenten cargos, dijo a CNN el fiscal Mirko Monti.
Boateng hizo un llamado a las autoridades del futbol para tomar una postura más firme en el combate contra el racismo.
"Hay mucha gente, FIFA, o quienes sean, que pueden hacer algo contra esto. Necesitan despertar y hacerlo".
"Si existe un acto racista, a esas personas se les debe prohibir de por vida asistir a un estadio. No deberían entrar a un estadio. Nunca más. Eso es lo primero que pueden hacer".
"Tenemos que abrir los ojos, abrir nuestros oídos, escuchar todo, ver todo y reaccionar".
El presidente del equipo milanés y exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, advirtió que el equipo de la Serie A abandonará la cancha si encaran otro comportamiento antisocial de ese tipo.
Berlusconi llamó a Boateng y lo felicitó por la decisión que tomó durante el amistoso contra Pro Patria.
La Federación Italiana de Futbol (FIGC por sus siglas en italiano) también está investigando el incidente.
"Ninguna sanción o medida puede borrar el desprecio por un episodio indescriptible e intolerante", dijo el presidente de la FIGC, Giancarlo Abete, a través de un comunicado.
"Debemos reaccionar con fuerza y sin silencio para aislar a los pocos criminales que transforman un partido amistoso en un episodio que ofende a todo el futbol italiano".
En distintos sitios de Europa, durante los partidos de la temporada en curso, ya se han registrado repetidos actos de racismo.
El verano pasado, antes de la final de la Eurocopa en Polonia y Ucrania, el presidente de la UEFA, Michel Platini, instó a los jugadores a permitir que los árbitros lidien con problemas de abuso racial, e hizo énfasis en que los funcionarios podían detener los partidos, en caso que resultara necesario.
Boateng pasó la noche sin dormir luego de abandonar el partido, pero prometió continuar su campaña.
"Amo tanto el juego que nunca me retiraría por algunas personas estúpidas".