Estar a 39,000 metros de altura te hace humilde, dice el 'Temerario Felix'

El primer hombre en romper la barrera del sonido fuera de un vehículo describió la situación que vivió en octubre pasado sobre Nuevo México

Estar a más de 39,000 metros de altura, en el filo de la estratósfera terrestre, es una experiencia que vuelve humilde a la gente, dijo el austriaco Felix Baumgartner, quien en octubre pasado alcanzó esa altura antes de realizar un salto con el que rompió varios récords.

“Ahí estaba después de tantos años, parado en un pequeño escalón del tamaño de una patineta, con un cielo perfectamente negro sobre mí y la bella curvatura de la Tierra debajo”, dijo Baumgartner, de 43 años, en una entrevista con la Fundación Laureus publicada este domingo.

“Trataba de asimilar todo eso, pero al mismo tiempo mi entrenamiento me decía ‘Felix, tienes solo 10 minutos de oxígeno en la espalda’. Sabía que no podía desperdiciar el tiempo y que necesitaba seguir con el salto”, añadió Baumgartner.

El Temerario Felix visitó este fin de semana Río de Janeiro, Brasil, para estar en la ceremonia de entrega de los premios Laureus, en los que estuvo nominado como Personaje Mundial de Deportes.

Cuestionado por la utilidad de su salto, Baumgartner dijo que se registraron 100 millones de puntos de información que los investigadores podrán analizar, incluyendo “los primeros datos jamás registrados” de una caída humana más rápida que la velocidad del sonido fuera de un vehículo.

“A veces parece que no hay muchos nuevos caminos por explotar, pero nadie había roto la velocidad del sonido en caída libre. Y el hecho de que haciéndolo proveería de información valiosa a los investigadores solo aumentó la motivación”, dijo.

Vestido con un traje de astronauta y asesorado por un extenso equipo técnico, Baumgartner se lanzó el 14 de octubre sobre el desierto de Nuevo México, Estados Unidos. Con ello al alcanzar 1,342 kilómetros por hora.

Ya en suelo, dijo que con su salto buscaba “extender los límites de la humanidad un poco más” y que “ ”.

Según Baumgartner, durante la caída no hubo ninguna otra cosa que le cruzara por la cabeza. “Sabía que alcanzar la posición lineal que logramos sería más rápido y más seguro, era absolutamente crítico mantener la concentración”, dijo.

El expiloto militar reiteró que su próximo reto será un sueño que ha tenido desde niño, volar helicópteros. “Aun antes de mi salto en octubre, ya había trabajado como piloto comercial de helicóptero, y espero volar de formas que sean útiles para a la gente”, dijo este domingo.

Previamente, Baumgartner había destacado en salto de base, con demostraciones en lugares emblemáticos del mundo como las Torres Petronas de Malasia, el Cristo Redentor de Río de Janeiro y .