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Luis Suárez 'muerde' los momentos de locura en el futbol mundial

La mordida de Luis Suárez a Ivanovic se une a la lista de momentos en los que los jugadores olvidan que el mundo los observa en la cancha
lun 22 abril 2013 01:35 PM

El momento en el que Luis Suárez del Liverpool pareció morder a Branislav Ivanovic del Chelsea durante un partido de la Liga Premier Inglesa el pasado domingo en Anfield, fue el ejemplo más reciente de un jugador que muestra un comportamiento cuestionable ante varias cámaras de televisión.

Ante esta conducta, el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, señaló que las autoridades futbolísticas que tomen cartas en este asunto deben tomar en cuenta que "los futbolistas son modelos a seguir". 

En el pasado, el uruguayo ya había mordido a oponentes, como la vez que fue suspendido siete partidos tras atacar a Otman Bakkal del PSV mientras jugaba para el Ajax en noviembre de 2010.

Pero dentro de estos momentos de locura, el más recordado es el de Zinedine Zidane durante la final entre Francia e Italia en el Mundial de Alemania 2006.

El campeón mundial y europeo y tres veces Jugador del Año de la FIFA, terminó su carrera en la infamia en aquella final que se definió en penales a favor de los italianos y sin Zidane en la cancha.

Con el partido empatado 1-1, el jugador francés golpeó con la cabeza a Marco Materazzi de Italia y fue expulsado. Posteriormente, Materazzi admitió que provocó a Zidane al hacer comentarios sobre su madre y hermana.

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Quien también perdió los estribos en un partido de futbol fue el defensa del Real Madrid, Pepe durante un juego de liga frente al Getafe en 2009. Conocido por su mal genio, el portugués fue suspendido 10 partidos por conducta violenta, después de derribar en el área merengue a Javi Casquero del Getafe y patearlo en la espalda mientras estaba en el suelo.

Otro momento de locura en el futbol inglés fue el protagonizado por Éric Cantona en 1995 como jugador del Manchester United en un duelo ante el Crystal Palace. Cantona había sido expulsado por patear a un oponente y, mientras salía de la cancha, el francés saltó sobre los anuncios e intentó patear a un fanático que, según él, lo había insultado. Cantona fue suspendido durante nueve meses y sirvió 120 horas de servicio comunitario.

Los árbitros de los encuentros también han sido víctimas de la locura de los futbolistas como fue el caso del italiano Paulo Di Canio en 1998, cuando militaba en el Sheffield Wednesday de la liga premier inglesa.

Tras armarse una trifulca en un juego contra el Arsenal, Di Canio lanzó golpes a sus rivales, incluso al árbitro Paul Alcock quien fue derribado por el italiano después de mostrarle la tarjeta roja. Di Canio fue expulsado y suspendido durante 11 partidos.

Algo similar sucedió en el Mundial de 2002, cuando Joao Pinto de Portugal golpeó a un árbitro en el estómago después de que lo expulsara durante el partido contra los coanfitriones del torneo, Corea del Sur. El luso fue suspendido durante seis meses por el organismo mundial de futbol, la FIFA.

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