Luis Suárez, ¿el enemigo público número uno del futbol inglés?
Odiado por los campeones de la Liga Premier Inglesa, castigado por el primer ministro de Reino Unido e incluso satirizado por una empresa de pizzas, ¿Luis Suárez es el enemigo público número uno del futbol inglés?
Si el uruguayo no había asegurado su lugar como “Niño Terrible” del juego inglés, ahora ya tiene ese papel asegurado.
Mientras Suárez mordía la piel de Branislav Ivanovic , rindió tributo al viejo adagio de “una vez mordido, serás más cuidadoso”.
Tan pronto como el delantero del Liverpool obtuvo una suspensión de 10 juegos por 'su comida' en Merseyside, el mundo del futbol comenzó un debate furioso sobre la gravedad del castigo.
“La FA (Asociación de Futbol) de Reino Unido debería explicar cómo concluyeron en que fueran 10 partidos”, dijo a CNN Rory Smith, escritor de futbol en el periódico The Atlantic.
“Si consideraron sus transgresiones pasadas es entendible, pero al no explicarlo permiten muchas especulaciones y conspiraciones (...) Le podrían haber dado siete partidos, que es lo mismo que la FA holandesa, así que sería interesante ver su razonamiento.
“Es inusual que las ofensas pasadas sean consideradas y quizá existe la creencia de que tienen algo en contra de Suárez (...) El problema que ahora tienen es que la próxima vez que haya un desafío imprudente que sobrepase el balón y lesione a un jugador, ¿qué van a hacer?
“¿Dicen que morder es peor?”.
Suárez no es un santo. Eso quedó claro desde que paró con la mano el balón en el Mundial de 2010 lo que le quitó a Ghana un lugar en la semifinal y lo hizo merecerse una tarjeta roja y a su país un lugar en los últimos cuatro.
Luego estuvo el episodio en el que fue etiquetado como el “Caníbal de Amsterdam” después de que obtuviera una suspensión de siete partidos por morder el hombro del mediocampista del PSV Eindhoven, Otman Bakkal, en un partido en noviembre de 2010.
Su reputación se vio empañada cuando se le dio una suspensión de ocho partidos y una multa de 63,000 dólares después de haber sido encontrado culpable por la Asociación de Futbol de Reino Unido por abusar racialmente de Patrice Evra.
Suárez, de 26 años, previamente se disculpó por sus actos y esperaba una sentencia menor.
Pero parece encontrarse en el papel poco envidiable de una figura odiada en el futbol inglés.
Una empresa en Reino Unido incluso sacó una pizza de Suárez en la que se invita a los clientes a morder su cara, que es formada con varias cubiertas.
El uruguayo ganó pocos amigos fuera de Anfield, a pesar de estar en lo más alto de las tablas de goleo en la Liga Premier Inglesa con 23 goles hasta la fecha esta temporada.
Sus problemas constantes con los defensas, su afición por simular estar lesionado en el área penal y su comportamiento a menudo infantil irrita a los oponentes y aficionados del equipo contrario.
Pero su incidente más reciente, que ocurrió en el empate 2-2 del pasado domingo con el Chelsea en Anfield causó indignación dentro y fuera del ámbito del deporte.
Fue tal la protesta por las acciones de Suárez que incluso el primer ministro británico, David Cameron, se sintió obligado a dar su opinión sobre el asunto.
“Justamente es una cuestión a considerar para las autoridades del futbol”, dijo un vocero de Downing Street.
“Como parte de su consideración, creo que sería razonable si consideraran el hecho de que los jugadores de alto perfil a menudo son modelos a seguir”.
En un comunicado emitido por la FA este miércoles, la organización que dirige el juego en Inglaterra insistió en que “una suspensión de tres partidos claramente era insuficiente y que el jugador serviría una suspensión de siete partidos más, además de los tres que son estándares”.
Liverpool, que tiene hasta el mediodía de este viernes para responder, ya criticó la decisión y gravedad de la suspensión.
El director administrativo del Liverpool, Ian Ayre, dijo al sitio oficial del club: “Tanto el club como el jugador están impactados y decepcionados por la gravedad de la decisión de la Comisión Regulatoria Independiente el día de hoy.
“Esperamos las razones escritas mañana antes de hacer más comentarios”.
Lo que irrita a muchos críticos es que la suspensión parece exagerada cuando se compara con castigos entregados por ofensas similares.
En un partido de la Liga Premier en 2006, a Jermain Defoe del Tottenham se le sancionó con una tarjeta amarilla por morder a Javier Mascherano, quien entonces jugaba para el West Ham United.
En ese momento, un vocero de la FA dijo: “No podemos tomar alguna medida porque el árbitro ya lidió con el incidente.
“Las regulaciones de la FIFA nos previenen de tomar acciones retrospectivas”.
La suspensión de Suárez es mucho más grande que la del exdefensa del Manchester City, Ben Thatcher, quien fue suspendido durante ocho juegos después de que un codazo sobre Pedro Mendes dejara inconsciente al jugador.
La FA también emitió una suspensión de 15 partidos más durante dos años, mientras que el club lo multó con seis semanas de salario y prohibió que jugara durante seis semanas.
La suspensión de Suárez de ninguna manera es la más grave que ha entregado la FA.
En 1998, el actual entrenador del Sunderland, Paolo Di Canio, fue suspendido durante 11 juegos después de empujar a un árbitro mientras jugaba en el Sheffield Wednesday.
Cinco años después, el defensa de Inglaterra y del Manchester United, Rio Ferdinand, fue suspendido durante ocho meses después de perderse una prueba de dopaje.
Otra estrella del Manchester United, Eric Cantona, fue suspendido durante nueve meses después de lanzar una patada estilo kung-fu a un aficionado durante un partido en Crystal Palace en 1995.
Di Canio, Ferdinand y Cantona disfrutaron de sus carreras en la Liga Premier, a pesar de sus problemas fuera de la cancha.
Sin embargo, Suárez podría seguir su ejemplo al estar en la lista para el Premio Jugador del Año de la PFA (votado por sus compañeros), que será entregado este domingo.
Y si se lleva el prestigioso trofeo, puedes estar seguro de que habrá inconformidad en el mundo del futbol.