La taxidermia equina captura el 'espíritu purasangre' por siempre
"¡Caballo!", gritan los niños mirando con asombro el lustroso purasangre castaño que se eleva por encima de ellos.
Sus pequeñas manos hacen presión contra el cristal que encierra al caballo de carreras más querido de Australia: Phar Lap.
Pero a pesar de sus gritos de emoción y sus empujones de impaciencia, el impresionante caballo de 1.74 metros de altura nunca bajará su mirada vidriosa hacia donde están los niños.
Nunca echará para atrás sus orejas, ni moverá su cola, ni galopará por la pista de carreras con la extraordinaria velocidad que lo convirtió en un héroe nacional durante los días más oscuros de la Gran Depresión, en la década de 1930.
Phar Lap está muerto desde hace 81 años.
Sin embargo, su cuerpo apenas si se nota como si tuviera seis años, congelado en el tiempo gracias a la taxidermia: el arte de rellenar las pieles de los animales para exhibirlos.
El campeón purasangre es uno de los muchos caballos legendarios exhibidos en museos alrededor del mundo, siempre listos para correr su siguiente carrera, ir a la carga en el campo de batalla o ser una luminaria de la pantalla grande.
"La taxidermia es una forma de inmortalizar su historia, así como sus acciones y logros", dijo Michael Reason, curador de la exposición de Phar Lap en el Museo de Melbourne, Australia.
"Los museos son de vivir 'la realidad', así que mostrar un ejemplar preservado es una manera de hacerlo".
Desde el caballo de Napoleón, Le Vizir, en exhibición en el Museo del Ejército, en París, hasta el leal compañero del actor Roy Rogers, Trigger, mostrado en una cadena de televisión estadounidense, el intrigante mundo de los equinos con taxidermia está lejos de estar muerto.
"A diferencia de las famosas criaturas conservadas como trofeos de caza o ejemplares de historia natural, la taxidermia trata de preservar la forma del animal, realmente no quieres capturar el espíritu del animal", dijo Rachel Poliquin, autora de 'El emocionante zoológico: Taxidermia y las culturas de añoranza'.
"Con criaturas famosas tales como Phar Lap, uno las preserva, ya que el animal ha hecho algo sorprendente, tienen cualidades como el valor, fortaleza, resistencia, las cuales nos gusta pensar que son del dominio humano".
Quizá no haya caballo que encarne dichas virtudes como Comanche.
El caballo castrado ganó el estatus de leyenda como el único sobreviviente de la caballería de EU en la Batalla de Little Bighorn, de 1876, en la cual combatieron las tropas del general Custer y los indios nativos de territorio estadounidense.
Dos días después del enfrentamiento en el que murieron cientos de combatientes, encontraron a Comanche en el campo de batalla, herido de gravedad, pero con vida
Cuando murió de cólicos 15 años después, fue enterrado con todos los honores militares, aunque conservaron su piel.
Hoy, mucho tiempo después de que los soldados que lo montaron ya sean nada más que cenizas, el cuerpo de Comanche permanece en posición firme en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas, gracias a la taxidermia.
"Comanche destaca por muchas cosas más que ser el único sobreviviente del bando de Caballería, representa la marcha implacable de los colonos europeos a través de las grandes llanuras y la guerra contra los indios", dijo Leonard Krishtalka, director del Instituto de Biodiversidad de la Universidad de Kansas.
"¿Por qué hacemos taxidermia a los animales, o hacemos modelos de cera, o copiamos los monumentos arqueológicos, o hacemos recreaciones históricas? Supongo que es una forma de comprender mejor el pasado, o de traerlo de nuevo a la vida".
Pero la taxidermia, al igual que la historia, nunca está libre de nuestra manipulación.
El actor de películas vaqueras, Roy Rogers, vio a su fiel compañero, Trigger, ser rellenado en 1965.
Descansando sobre sus patas traseras y llevando encima una elaborada silla con tacones, el palomino dorado que apareció junto a Rodgers en decenas de películas, fue subastado por la enorme cantidad de 266,500 dólares a la compañía de cable RFD-TV, en 2010.
Parece que muerto, Trigger se había vuelto más grande que en vida.
"Un animal con taxidermia es solo la piel del animal, y, por supuesto, la piel no tiene ninguna forma o pose inherente". Dijo Poliquin. "Y ahí es donde interviene el arte y la manipulación humana".
"¿Se va a colocar al león en pose de dormido o atacando a un antílope? Todas esas decisiones se toman al realizar el espectáculo final".
Si bien la taxidermia intenta recrear a los animales, en realidad emplea muy pocas de sus partes originales.
En su lugar, la piel por lo general es estirada sobre un esqueleto artificial y protegida con sustancias químicas. También se añaden rasgos como ojos de vidrio o lenguas sintéticas.
"Se debe tener un conocimiento sólido de anatomía", dijo Krishtalka.
"Uno de los grandes problemas con la primera taxidermia fue que la piel era susceptible a la plaga de insectos".
"Prácticamente todos los animales que fueron rellenados antes de 1960 tienen grandes cantidades de arsénico en ellos, y todavía los manejan con guantes".