Brasil limita la tolerancia de protestas contra la Copa Confederaciones
El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, afirmó este lunes que el gobierno no tolerará manifestaciones que "intenten impedir los partidos" de la Copa Confederaciones, que ya ha enfrentado protestas por el alto gasto público en el evento.
"No vamos a permitir que ninguna de esas protestas perjudique ninguno de los eventos que nos comprometimos a realizar", declaró Rebelo.
El ministro defendió la actuación de la policía en la represión de manifestaciones en Brasilia, durante el partido inaugural que el sábado disputaron las selecciones de Brasil y Japón, y este domingo en Río de Janeiro, frente al estadio Maracaná, en momentos en que jugaban Italia y México.
Según Rebelo, "las manifestaciones son toleradas dentro de un límite" y "quien crea que puede impedir la realización de alguno de los eventos enfrentará la determinación del gobierno para impedirlo".
Rebelo participó en una conferencia sobre economía y futbol junto al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien consultado sobre el asunto se limitó a decir que ese organismo "muchas veces tiene que convivir con protestas".
El ministro descartó que las reiteradas manifestaciones contra el torneo que la FIFA organiza en el llamado "país del futbol" puedan perjudicar la imagen de Brasil en el exterior.
"Espero que el mundo vea a Brasil como un país democrático, pero también capaz de garantizar el orden", declaró.
En ese marco, Rebelo dijo respetar el sonoro abucheo que recibió el pasado sábado la jefa de Estado, Dilma Rousseff, durante la apertura de la Copa en el estadio Nacional de Brasilia.
Explicó que en su vida política ya ha pasado por eso, pero pidió que "los aficionados intenten evitar ese comportamiento".
Sobre las protestas de movimientos sociales en relación al gasto público en el torneo de la FIFA, Rebelo aseguró que "por cada real (0.4 dólares) que invirtió el gobierno, la empresa privada invirtió 3.40 reales".
Asimismo, volvió a defender el "legado" que dejarán para Brasil la Copa Confederaciones y el Mundial del año próximo, sobre todo en materia de infraestructura.