Un ciclista usa su 'oscuro' pasado de dopaje para 'limpiar' el deporte
Sumergido en la oscuridad del "ruido blanco" del dopaje, surgió del lado oscuro para convertirse en una esperanza en la lucha contra el uso de drogas en el ciclismo.
En un deporte en el que los legados contaminados de los excampeones del Tour de Francia —Lance Armstrong y Jan Ulrich— aún son una sombra oscura, el ciclista reformado David Millar logró ver la luz al final del túnel.
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Ha recorrido un largo camino desde hace nueve años, cuando estaba en un restaurante en Biarritz, en el suroeste de Francia. Millar cenaba con Dave Brailsford, quien ahora es director de rendimiento en Ciclismo Británico y Team Sky, cuando la policía francesa llegó para arrestarlo, llevarlo a una celda y evidenciarlo como alguien que hizo trampa con el uso de sustancias prohibidas.
Fue suspendido durante dos años. Pero después de cambiar completamente, regresó al deporte con la determinación de quitar la mancha del dopaje en el ciclismo.
“Era una persona ferviente en contra del dopaje”, dijo el escocés nacido en Malta, quien pasó sus años formativos en Inglaterra y Hong Kong, a la serie Changing Gear de CNN, antes del inicio del Tour de Francia 2013.
“Era un chico ingenuo que venía de Hong Kong, que soñaba con ganar el Tour de France y que estaba disgustado de saber que mis colegas se dopaban, pero después de cuatro o cinco años, era uno de ellos”.
Millar había evidenciado su potencial al ganar el prólogo de su primer Tour de Francia en 2000, y el recorrido de un joven idealista a una persona que se dopaba completamente no fue sencillo.
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Lo que comenzó con inyecciones “de recuperación” de vitaminas y hierro —que no son ilegales en el deporte pero era una práctica a la que Millar se oponía—, terminó con inyecciones intravenosas de sustancias ilegales en su torrente sanguíneo.
“Era parte de una cultura que —aunque no era obligatorio, pero sí lo era— describiría como ruido blanco”, dice el ciclista de 36 años, quien compitió para el equipo Cofidis entre 1997 y 2004.
“Siempre estaba allí. Estaba en el fondo. Era algo con cierta inevitabilidad, si querías llegar a ser el mejor y ser profesional.
“Esa desafortunadamente fue la época en la que comencé mi carrera, y algo de lo que me arrepiento profundamente, es algo que he intentado rectificar desde ese entonces.
“Hay muchos de nosotros que cometemos errores de los que nos arrepentimos… eso nunca debió de haber ocurrido”, agregó.
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Millar ahora compite para Garmin-Sharp, el equipo anteriormente conocido como Garmin-Slipstream, y también representó a Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos 2012 en Londres. Está en el lugar 98 en el Tour de Francia 2013, después de nueve etapas de la carrera maratónica.
También es miembro del panel de atletas de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) y utilizó su experiencia para convertirse en una figura en la cruzada en contra del dopaje; con la ayuda del director general de Garmin-Sharp, Jonathan Vaughters, quien también admitió haberse dopado cuando era ciclista profesional.
“Comenzamos en Slipstream, ahora Garmin-Sharp, pero comenzamos con un equipo, con un método pragmático”, continuó Millar.
“Ese método originalmente fue contratarme como la persona antidopaje, como un activista antidopaje que antes se había dopado… no es muy lógico pero fue inspirado por Jonathan Vaughters.
“Realmente hemos puesto el ejemplo. No vamos a confiar en sus métodos antidopaje. Dijimos: 'Vamos a hacer esto nosotros mismos’ y hemos sido abanderados del deporte”.
Lo que Millar espera que Vaughters fomente en Garmin-Sharp es un ambiente en el que un ciclista joven y limpio pueda albergar sueños legítimos de ganar el mayor premio del ciclismo.
Aunque el principio de su carrera lo llevó por el camino equivocado, las experiencias de Millar le brindaron una visión única que podría ser invaluable para aquellos que podrían estar tentados a doparse.
“Tomé las decisiones equivocadas porque estaba rodeado de las personas equivocadas, en la cultura equivocada”, declara Millar.
“Pero gracias a eso, se me permitió entender esa mentalidad y poner todo eso en lo que hacemos ahora con nuestro equipo. Nuestro equipo es todo lo contrario.
“Creamos un ambiente para una versión joven de mí para permanecer ingenuo, idealista y alcanzar el Tour de France sin encontrarse con esas sustancias.
“Estoy muy orgulloso de eso… me gustaría pensar que soy el ejemplo de la historia completa”.
El deporte ahora está en una posición en la que, de acuerdo con Millar, crea íconos, como el ganador del Tour de Francia 2012, Bradley Wiggins, quien no defenderá su título este año, y su compañero en Garmin-Sharp, Ryder Hesjeda, quien puede ser admirado y confiable.
“Confío en Bradley Wiggins. Tengo absoluta confianza en mi compañero Hesjedal, quien ganó el Giro d’Italia 2012.
“Podría decirse que el Giro y el Tour de France son dos de los eventos deportivos más duros del mundo, y probablemente los dos eventos insignia del ciclismo.
“Si dos ciclistas en los que confío implícitamente ganaron esos dos eventos en 2012… eso debería darnos esperanza. Significa que ahora es posible”.