El Atlético Mineiro vence al Olimpia y es campeón de la Libertadores
El Atlético Mineiro se alzó este miércoles con su primera Copa Libertadores en una tanda de penales, después de haber remontado los dos goles que tenía de ventaja el club Olimpia (2-0).
El equipo de Ronaldinho tuvo que vivir una nueva eliminatoria de aires épicos, decidida en los penales, a las que parece haberse acostumbrado en esta Libertadores.
Se clasificó a las semifinales gracias a un penalti salvado en el descuento ante el Tijuana y necesitó acudir a los lanzamientos de 11 metros contra el equipo argentino Newell's para acceder a la fase decisiva.
La final no podía haber sido diferente, este miércoles tuvo que levantar los dos goles anotados en Asunción en la ida y lo hizo sobre el final del partido, con un remate de cabeza de Leonardo Sila a cuatro minutos del final, que se sumó al tanto inicial de Jô al minuto 46, producto de una falla defensiva.
La primera parte fue del Olimpia, que ató las manos del Atlético Mineiro con un dibujo defensivo, pero el equipo brasileño, liderado por un Ronaldinho intermitente, quien terminó imponiendo su técnica y su superioridad física en la segunda mitad.
En la prórroga, a pesar de contar con un hombre a más por la expulsión de Julio Manzur, el Atlético malogró sus ocasiones y volvió a decidir su suerte desde el punto de penal.
El Olimpia fue a Belo Horizonte y el técnico Ever Hugo Almeida planteó una línea de cinco defensas que complicó la labor al equipo brasileño que vio frustrados sus planes de reventar el partido desde el comienzo.
Muy a pesar del equipo local, en los primeros minutos parecía más enchufado el equipo paraguayo, con un planteamiento táctico que impedía la progresión de sus rivales.
El equipo visitante aguardaba en su propio campo, replegado, atento al corte y con un marcaje especialmente reforzado sobre Bernard y Ronaldinho, los hombres creativos del Atlético Mineiro, que poco aparecieron en la primera etapa.
El delantero Diego Tardelli se vio forzado a alejarse del área, a retroceder muchos metros para recibir balones y dar apoyo al juego en el centro de la cancha, que no fluía como esperaba el entrenador Cuca.
El nerviosismo del conjunto brasileño era evidente al superar la media hora de juego: balones rifados, remates prematuros, la tensión a flor de piel palpable en cada encontronazo con los paraguayos y también, el inquieto ataque de Cuca al borde del campo, eran síntomas claros de la ausencia de buenas ocasiones de gol.
El técnico tenía razones para preocuparse, porque hasta el descanso, los únicos réditos del equipo fueron un tiro lejano y un par de centros de Ronaldinho.
Mientras que en la otra área el Olimpia rozó el gol en un mano a mano de Fredy Bareiro con Vítor, en una jugada que enfrío los ánimos en el estadio Mineirão en el minuto 15.
Los papeles cambiaron nada más comenzar la segunda etapa fruto de un fallo defensivo garrafal de Wilson Pittoni, que resbaló en el área permitiendo el remate de Jô que significó el primer gol.
A partir de ahí, el Atlético Mineiro creyó por primera vez en sus posibilidades de llevarse el trofeo y se puso a atacar en oleadas, con un Ronaldinho más certero en el montaje de los ataques.
Jô se creció en el área, recordó sus recientes actuaciones con la selección brasileña y rozó el segundo tanto en remates sucesivos de cabeza y a la media vuelta.
Entre tanto, el Olimpia pasó más dificultades para contener al equipo brasileño, que estaba más entero y echó el resto en la recta final.
En los últimos minutos el Mineiro se instaló en el área del equipo visitante y sólo las prisas, los nervios y los reflejos del guardameta Martín Silva aplazaron el desenlace.
El argentino Juan Carlos Ferreyra tuvo una ocasión para sentenciar el partido a diez minutos del final, en un contragolpe en el que resbaló cuando estaba rebasando al portero Víctor fuera del área.
En contraparte, la entrega de los brasileños dio resultado con el gol de Leonardo Silva que forzó el alargue, en el que los brasileños llevaron la voz cantante aprovechando su superioridad numérica, por la expulsión de Manzur a siete minutos del final.
Réver estrelló un balón en el travesaño y el Olimpia también dispuso de un par de ocasiones, pero el partido se encaminó a los penaltis, en los que Víctor paró el primero y Giménez envió al poste el decisivo.