El Abierto de EU modifica sus instalaciones para prevenirse del clima
La lluvia ha provocado un caos en el Abierto de Tenis de Estados Unidos (USTA, por sus siglas en inglés) en los últimos años; sin embargo, los dos nuevos techos retráctiles significan que los problemas relacionados con el clima pronto serán cosa del pasado.
La Asociación de Tenis de Estados Unidos señaló, durante una conferencia de prensa en Nueva York la semana pasada, que el mayor estadio de tenis se beneficiará con un techo retráctil para 2016, lo que equiparará al evento con otros dos majors que ya tienen cubierta: el Abierto de Australia y Wimbledon.
Sin embargo, la USTA emitió un pronóstico más realista: el techo estará listo para 2017.
La USTA agregó que la cancha secundaria para partidos de exhibición, el estadio Louis Armstrong, tendrá su propio techo retráctil para 2018 y no han descartado la posibilidad de cubrir una tercera cancha más adelante.
Se espera que el costo total del variado proyecto —que también contempla la construcción de un estadio Louis Armstrong más grande— llegue a los 550 millones de dólares (6,875 millones de pesos), según la USTA. Ambos estadios tienen unos 50 años de antigüedad.
Se espera que tan solo el techo retráctil que cubrirá al estadio Arthur Ashe cueste más de 100 millones de dólares (1,250 millones de pesos).
El órgano rector del tenis varonil en Estados Unidos señaló en un comunicado que “autofinanciará” el proyecto por medio de una combinación de bonos y de la “generación de ingresos a través de la USTA”.
“Hemos estado trabajando para obtener un diseño viable para un techo en el estadio Arthur Ashe desde hace más de una década”, dijo en el comunicado el presidente y director de la USTA, Dave Haggerty. “Tras un largo y arduo proceso, sentimos que ahora tenemos un diseño que cumple con los requisitos de ser arquitectónicamente sólido, estéticamente agradable, razonablemente asequible y cuya construcción sea factible”.
Los jugadores —como la número uno del mundo, Serena Williams— recibieron con beneplácito la noticia, lo que probablemente significa que el torneo no tendrá que prolongarse hasta el 15º día.
En las cinco ediciones anteriores, la final de varones se ha jugado el lunes a causa de la lluvia y en algunos casos eso representa una ventaja injusta para alguno de los participantes de la final.
En 2008, Roger Federer llegó a la final tras ganar la semifinal el sábado, mientras que Andy Murray tuvo que terminar su partido de semifinales un día después a causa del mal tiempo antes de disputar la final el lunes.
“Obviamente será grandioso”, dijo Williams a los reporteros en Cincinnati, en donde participa en el Abierto Western & Southern. “Es bueno saber que se animarán a hacerlo”.
“Cuando empecé a participar en el Abierto, en la década de 1990, no llovía; ahora solo llueve durante el fin de semana de las finales. En los últimos cuatro Abiertos que he jugado, han tenido que cambiar la programación completamente”.
“Simplemente tienes que avanzar con los tiempos”, dijo Williams, quien se perdió el Abierto de Estados Unidos de 2010 a causa de una lesión en el pie.
Sin embargo, Murray dijo que el tener un techo no carecía de desventajas.
“No necesariamente extraño que se suspendan los partidos por lluvia, pero los retrasos por lluvia solían ser parte de (los Grand Slams)”, dijo Murray a los reporteros en Cincinnati. “Supongo que eso se acabará gradualmente”.
“En particular no me gusta ir del exterior al interior. También es difícil. Pero es bueno para la televisión”.
De hecho, la USTA había estudiado desde hace años la posibilidad de tener un techo retráctil en el estadio Arthur Ashe—que tiene capacidad para 22,500 aficionados—, pero pensaron que no soportaría el peso adicional. Los avances en la tecnología y la ingeniería han logrado que la obra sea posible ahora.
Se espera que para cuando se completen las mejoras, puedan asistir a los partidos 10,000 aficionados más al día.
El otro major del tenis, el Abierto de Francia, espera contar con un techo para 2018, aunque no es garantía.
Tsonga se retira de Nueva York
Mientras tanto, Wilfried-Jo Tsonga se perderá el Abierto de Estados Unidos de este año a causa de una lesión en la rodilla que lo obligó a retirarse de Wimbledon, declaró en su sitio web.
El francés se vio obligado a dejar de jugar contra Ernests Gulbis en la segunda ronda en el club All England en junio y desde entonces no ha jugado.
“Sería estúpido asistir sabiendo que no tengo oportunidad porque no estoy lo suficientemente preparado”, dijo el tenista número ocho del mundo.
Aunque aún no gana un Grand Slam —la sequía para el tenis varonil francés se ha prolongado durante 30 años—, Tsonga llegó a cuartos de final o más allá en cuatro de los cinco majors que jugó antes de Wimbledon.
Se siente optimista de regresar a tiempo para participar en un torneo en interiores que se celebrará en Francia a mediados de septiembre.
El Abierto de Estados Unidos de esta temporada inicia el 26 de agosto.