¿El maratón del DF es mucho para ti? Entonces ¡corre con los zombis!
Si las fuerzas no te dan para acabar el maratón de la Ciudad de México, tienes una segunda opción para este fin de semana y más si eres un fan de The Walking Dead o World War Z.
El apocalipsis zombi llegó a la capital del país en 2012, pero la lucha por la sobrevivencia no ha terminado y unas 700 personas continúan corriendo por su vida en un bosque en el norte de la capital.
Este es el argumento del Zombicausto, una carrera de más de cuatro kilómetros que se realizará este sábado y en la que los sobrevivientes deberán esquivar hordas de caminantes y retos adicionales, como una piscina del terror y una telaraña zombi.
“No importa que (los participantes) no hayan hecho ejercicio. Esto no se trata de mejorar tu tiempo, se trata de que vivas la experiencia, de que llegues con una vida y digas: ‘sobreviví al Zombicausto’”, dijo Jesús Rodríguez, uno de los organizadores del evento, también conocido como Chumoy Zombie Master.
Los participantes podrán jugar el papel de zombis o de sobrevivientes. Los primeros, luego de ser maquillados, deberán apegarse al código zombi —caminar lento, asustar , no perseguir más de 100 metros a sus víctimas—, mientras que los segundos tienen que conservar sus cinco vidas (listones en un cinturón) si quieren seguir siendo humanos.
Mismos zombis, mejor producción
Se trata de la segunda carrera zombi organizada por el grupo de aficionados al que pertenece Rodríguez. La primera se realizó en un campo del Ajusco, en el sur de la ciudad, en agosto de 2012, a semejanza de otras realizadas en Estados Unidos .
Pero esta vez contará con una ambientación que incluirá sangre y miembros humanos diseminados a lo largo del recorrido. Como premios, habrá libros de World War Z y comida zombi (narices, orejas y dedos de gomita), además de un concierto final.
Y a diferencia de la primera edición, en la que las piedras del Ajusco significaron un obstáculo no planeado para muchos sobrevivientes, el Parque de los Ciervos es más amigable con los participantes e incluye distintos escenarios, como bosque y pradera.
“Los obstáculos el año pasado fueron naturales, los propios el bosque y en esta ocasión vamos a fabricar unos 10 obstáculos”, dijo el encargado de prensa de Zombicausto, Leonardo Ábrego. “Todo lo que se mejoró es con base en los comentarios y quejas del año pasado”.
“Como un videojuego”
Aunque se trata de una carrera, para Octavio Reyes este evento tiene una gran afición por la temática de los muertos vivientes.
“Todo ese rollo de sentir que tienes que agarrar a alguien para que ellos sientan la adrenalina de querer correr, eso de espantar y disfrazarme, de los zombis, me fascina”, dijo Reyes, de 23 años.
Para este zombi, quien participó en la primera edición, la carrera tiene “cara como de videojuego… tipo Resident Evil”.
Con esto coincidió el Zombie Master. “Es un poco llevar a la vida real la experiencia de los videojuegos, las series de televisión y los libros, porque siempre que alguien ve algo que tiene que ver con el tema zombi uno se pregunta: ‘¿Qué pasaría si eso pasa en mi ciudad?’”, dijo Jesús Rodríguez. “Uno se pregunta si está realmente preparado para sobrevivir”.
Promover los “valores zombis”
Los creadores del Zombicausto organizaron la marcha Zombi Walk que reunió en el centro de la Ciudad de México a 9,806 personas caracterizadas como muertos vivientes en noviembre de 2011, con lo que alcanzó un récord Guiness.
Al igual que en esa ocasión, la carrera de este sábado trata de promover los “valores zombis”, repetidos como un mantra por sus organizadores.
“Los valores de Zombi Walk son la tolerancia, porque un zombi no agrede a otro zombi. La no discriminación, porque un zombi muerde parejo, no le importa si es anciano, rico, pobre, niño. La integración, porque un zombi no mata, hace un nuevo zombi, o sea un nuevo amigo”, dijo Rodríguez.
“Si esos valores los siguen los zombis, ¿por qué no infectar a la humanidad?”.
En eventos anteriores, el grupo reunió alimentos que luego donó a beneficio de personas necesitadas, detalló el organizador. Este año, la labor altruista consistirá en donar parte de las entradas para la rehabilitación del Parque de los Ciervos, ubicado en Atizapán, Estado de México.
Pero aunque les importan los humanos, no es precisamente su bienestar lo que está en mente de estos zombis. “Ojalá este año no haya sí haya suficientes vivos para que nos comamos todos”, dijo Octavio Reyes.