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Niki Lauda, un piloto desafiante que inspiró a Hollywood

La cinta 'Rush' gira en torno a este corredor de Fórmula Uno que logró ganar dos títulos mundiales tras sobrevivir a un accidente
jue 26 septiembre 2013 12:29 PM
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Niki Lauda es el Lázaro de la Fórmula Uno.

Logró el triunfo al borde de la muerte y su relato de proporciones casi bíblicas obtuvo un tratamiento a lo Hollywood en el éxito taquillero Rush, dirigido por Ron Howard.

La cinta retrata la rivalidad que protagonizaron en las pistas Lauda (interpretado por Daniel Brühl) y James Hunt (Chris Hemsworth).

Pero el tres veces campeón mundial no cree en los milagros ni en el sentimiento de la gran pantalla.

El austriaco construyó su propio legado al desafiar no solo a la muerte, sino también a su familia, a sus empleadores y a sus archirrivales.

"Tomo mi propio camino", dijo Lauda de 64 años, cuya remontada de las lesiones casi mortales en 1976 para ganar dos títulos mundiales más figura como una de las grandes reivindicaciones en el deporte.

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"Gracias a Dios, aprendí que en el deporte no hay excusa. Es muy sencillo, si eres el primero, el segundo o el tercero no hay discusión", señaló en entrevista con CNN.

"Si algo sale mal, mírate a ti mismo primero: ¿qué hice mal? Solo veo blanco y negro, no hay áreas grises y lo odio". 

"Intento analizar, tomar la decisión, incluso si es la incorrecta. Es mejor que no tomar ninguna decisión, porque si no tomas ninguna decisión nunca descifras qué tienes que hacer"

Corredor inconformista

Lauda nació en el seno de una familia austriaca rica cuatro años después del final de la Segunda Guerra Mundial, pero a pesar de crecer con privilegios, aprendió rápidamente que tendría que tomar su propio camino. 

Su familia desaprobó las ambiciones que su hijo adolescente tenía de correr. Cuando Lauda encontró un banco austriaco para que patrocinara su debut con el equipo de F1, March, su abuelo (que era parte de la junta directiva del banco) frustró el contrato.

"Dijo: '¡de ninguna forma! Este es mi nieto, no lo patrocinarán'", recordó Lauda.

"Realmente me molesté con él y dije, 'déjame solo, es mi propio asunto'. Luego comencé a competir por mis medios".

Lauda financió su propia entrada a la pista de la F1, debutando en el Gran Premio de Austria de 1971 para el equipo no competitivo March.

Su decisión de tomar préstamos financieros para su carrera en el automovilismo rindió frutos a finales de 1973, cuando firmó con Ferrari; pero incluso en su nueva era con el equipo más icónico del deporte, Lauda hizo las cosas a su manera. 

"Recuerdo mi primera prueba en Fiorano", contó. "Manejé el primer par de vueltas y (el fundador del equipo) Enzo Ferrari estaba allí y Piero, su hijo, para traducir" (lo que decía).

"Ferrari dijo, entonces: 'Niño, ¿qué piensas de este automóvil?'".

"Dije que el automóvil era una m*****. Y Piero dijo: 'no puedes decir eso. No puedes decirle a mi padre que el automóvil es una m***** porque te sacará. Dile que no es bueno, suena un poco mejor'".

"Le dijo y el señor realmente se molestó porque critiqué a Ferrari".

Afortunado de estar vivo

Lauda pronto ganó el respeto de Il Commendatore, un partidario del amor rudo a quien el austriaco todavía como "el hombre más carismático que he conocido en toda mi vida".

En 1975, Lauda obtuvo cinco victorias y logró su primer título mundial con la escudería italiana; pero el destino intervino cruelmente en la siguiente temporada.

Al entrar al Gran Premio Alemán, en el notable circuito Nurburgring, que pidió a sus compañeros boicotear ante la falta de seguridad, Lauda lideraba la búsqueda por el título en 1976.

Salió de la carrera peleando por su vida.

El Ferrari de Lauda se convirtió en una bola de fuego después de un accidente en la segunda vuelta. Fue sacado de las llamas con quemaduras graves y daño en los pulmones. Al estar en el hospital más tarde esa noche, un sacerdote le dio la extremaunción. 

Pero como solía hacerlo, él vio las cosas diferentemente. A la edad de 27 años, evocó su voluntad de hierro para encontrar una forma de regresar; al llamarla la decisión más valiente en su carrera en la F1.

"Primero, conocía el peligro", dijo Lauda, quien portaba una gorra de beisbol para ocultar las cicatrices que le dejó el accidente.

"Regresé a ver cada accidente, incluso si no me involucraba o no lo había visto, para entender qué ocurrió", contó.

"El accidente no me sorprendió porque sabía que era peligroso. Me dije: 'fui afortunado, todavía estoy vivo, así que, por qué no, mientras esté vivo, con la ayuda de Dios, lo intento". 

"Esto fue el gran reto… regresar. Para mí estaba claro que mientras más esperara, más difícil iba a ser porque comienzas a acumular más preocupaciones", señaló. "Tenía que hacerlo lo más rápido posible para superar esos problemas y continuar corriendo como antes".

Momentos determinantes

Apenas 42 días después de su accidente en Alemania, Lauda estaba de regreso en un Ferrari y corriendo para defender su título en el Gran Premio de Italia.

Fue un regreso que desafió a los médicos y a sus rivales, pero fue otra decisión valiente la que decidió el título.

Lauda se negó a correr con la lluvia torrencial en el Gran Premio de Japón que definiría al ganador, con lo que su rival, James Hunt, se convirtió en el vencedor.

"Tomaría la misma decisión hoy", dice Lauda. "Era estúpido correr".

La historia de esos puntos determinantes fue plasmada en la película de Howard, un fanático de la F1. El filme llegará a las pantallas mexicanas el 18 de octubre.

Para Lauda, su autodeterminación continúa guiándolo hasta ahora.

Después de ganar un segundo título con Ferrari y pasar al equipo Brabham, se retiró de la F1 con dos carreras por correr en la temporada de 1979.

Lauda dijo que se “cansó de correr en círculos”, y le esperaba una nueva carrera como director de aerolíneas.

Sin embargo, un segundo regreso para McLaren trajo su tercer y último título mundial en 1984, antes de que siguiera un segundo retiro inevitable.

Lauda ahora es una voz terca pero respetada en el círculo interno del paddock de la F1, donde patrulla como un director no ejecutivo del equipo Mercedes y como analista de televisión.

Si Rush es la película de su vida entonces la banda sonora tiene que ser My Way, de Frank Sinatra.

"No quiero cambiar", insiste Lauda. "Continuaré hasta el final de mi vida de esta forma".

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