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Los goles más emotivos de la Selección Mexicana en su historia

Además de la chilena de Raúl Jiménez, otros seleccionados como Manuel Negrete, Cuauhtémoc Blanco han definido extraordinariamente
sáb 12 octubre 2013 07:43 AM
Julio Gómez
Julio Gómez Julio Gómez

El golazo que marcó el delantero mexicano Raúl Jiménez en el encuentro de la Selección Mexicana ante Panamá, para mantener vivas las esperanzas de ir al Mundial de Brasil 2014, hizo recordar algunos de los goles más emotivos del Tri en su historia.

Este viernes por la noche, en el Estadio Azteca, el mediocampista Fernando Arce tiró un pase a Raúl Jiménez, quien elevó el balón en un intento fallido por controlarlo y decidió rescatar la oportunidad con una chilena que terminó en gol pegado a la base del poste derecho del arquero panameño Jaime Penedo, al minuto 89.

 “Muy importante para mi hacer este gran gol en ese momento, es muy especial para mi haber marcado en este momento tan importante”, dijo Jiménez a Televisa Deportes.

El técnico del Tri, Víctor Manuel Vucetich, dijo que "fue un gol espectacular, sin duda alguna, muy bello, por todos lados como lo podamos ver y sobre todo muy emotivo por el momento y las circunstancias que estábamos teniendo”

El 15 de junio de 1986, Manuel Negrete, quien portaba la playera número 22, igual que Jiménez, hizo un gol similar también en el Estadio Azteca.

Eran los octavos de final y México se medía ante Bulgaria. Al minuto 34 del primer tiempo y tras una pared aérea con Javier Aguirre, Negrete hizo una tijera horizontal de gran pureza que puso de pie a las 120,000 personas que se encontraban en el Azteca.

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Otro gol que es recordado en la historia de la Selección Mexicana ocurrió el 7 de julio de 2011, cuando se disputaban las semifinales de la Copa Mundial Sub-17 realizada en México, frente a Alemania.

En el partido realizado en el estadio de Torreón, Coahuila, Julio la Momia Gómez chocó con el delantero Samed Yesil, causándole una herida en la cabeza.

Después de los tres cambios permitidos, Gómez reingresó a la cancha solo con un vendaje. En el último minuto del tiempo reglamentario, Gómez marcó un gol de chilena que le daría la victoria al equipo local 3-2. Julio Gómez fue nombrado por la FIFA como el mejor jugador de ese partido.

El 4 de agosto de 1999, el delantero Cuauhtémoc Blanco sentenció el triunfo tricolor ante Brasil en la Copa Confederaciones, con marcador final de 4-3.

Blanco hizo estallar al Estadio Azteca de júbilo cuando la Selección Mexicana probó la gloria de lo qué es ser un campeón de la Copa Confederaciones al vencer en la final a Brasil.

Un par de recortes en el área y una definición impecable así como una celebración con el paso del jarabe tapatío fue lo que hizo que el gol quedara en la memoria de los fanáticos.

Pero Cuauhtémoc Blanco ya había hecho otro golazo en la historia de la Selección Mexicana. El tanto fue marcado el 20 de junio de 1998, en el estadio Parc Lescure, en Francia, durante la Copa Mundial de 1998, cuando México enfrentó a Bélgica.

El Tri caía 2-1 en un partido que parecía ser un dolor de cabeza para el seleccionado nacional, pero al minuto 62 Jesús Arellano recortó al centro un avance proveniente de la banda derecha, dio un pase a Ramón Ramírez que venía por izquierda, éste levantó el rostro y centró a Blanco que entró sobre el área chica del oponente.

Cuauhtémoc se tiró con las piernas al frente y le pegó a pie cambiado en la jugada más improbable. El empate llegó en forma de gol legendario.

La final de la Copa Oro de la Concacaf, el 26 de junio 2011, entre México ante Estados Unidos también fue anecdótica por un gol anotado impecablemente por Giovani Dos Santos.

El delantero mexicano se quitó al portero Tim Howard y marcó el gol que selló el triunfo de México 4-2 así, como un campeonato más para el tricolor.

Jared Borgetti también realizó un gol soberbio el 3 de junio de 2002 en el juego de México contra Italia, del Mundial de Corea y Japón, en el Estadio Big Eye Stadium de Oita, Japón.

Fue al minuto 34, tras un pase de Cuauhtémoc Blanco, que Borgetti hizo un giro de cabeza sin voltear a ver a la portería y tomó por sorpresa a uno de los mejores porteros del mundo, Gianluigi Buffon, quien solo miró el esférico entrar a laportería. A pesar del gran gol, el partido terminó 1-1.

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