Los Gigantes de Nueva York rompieron con su racha de seis partidos sin ganar este lunes, tras vencer 23-7 a los Vikingos de Minnesota en la séptima semana de la NFL.
El juego ofensivo del equipo neoyorquino no brilló, pero su trabajo defensivo impidió que el corredor estelar de los Vikingos,
El equipo de Nueva York, que en los partidos previos había tenido poco control del balón y poco esfuerzo en el juego defensivo, esta vez demostró mejoría en ambos.
Peterson, Jugador Más Valioso (MVP) de la NFL la temporada pasada, solo pudo aportar 28 yardas por tierra en 13 acarreos, cinco días después que su hijo de dos años fuese enterrado en Dakota del Sur.
Un hombre, que cuidaba al niño en la casa de su exesposa, ha sido acusado formalmente de asesinato en segundo grado y este lunes recibió los cargos de homicidio.
Peterson no pudo ser ayuda para el nuevo mariscal de campo de los Vikingos, Josh Freeman, que debutó como titular en el equipo de Minnesota.
Freeman completó 20 de 53 pases para 190 yardas, no hizo ningún envío de anotación, le interceptaron un balón y dejó en 40.6% su índice pasador.
Mientras que el mariscal de campo de
El pateador Josh Brown convirtió tres goles de campo, de 35, 23 y 36 yardas, respectivamente, que lo dejaron como el jugador clave en la producción del ataque de los Gigantes.
El recibidor abierto Rueben Randle capturó un pase de anotación de 24 yardas que le envió Manning en el segundo cuarto para darle a los Gigantes la ventaja parcial de 10-7, que no volvieron a perder durante el resto de juego.