El rey Pelé se unió a quienes critican la organización del Mundial de Brasil 2014 y dijo lamentar la imagen causada por los atrasos en las obras para el torneo que arranca en cuatro meses.
En una entrevista con el diario O Estado de Sao Paulo publicada este jueves, el ganador de tres copas del mundo dijo: "Es triste porque era una oportunidad para Brasil no solo en términos de futbol. La Copa Confederaciones, la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos eran una oportunidad para atraer turistas y facturar bastante pero, infelizmente, estamos cojeando un poco".
"Es difícil decir por qué está ocurriendo esto, porque teníamos tiempo", enfatizó, haciendo referencia a que Brasil ganó el derecho de organizar el Mundial siete años antes del puntapié inicial, el período más largo en la historia del torneo.
El 21 de enero el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke,
"Me pone triste porque para ganar el derecho a ser sede del Mundial pasamos cuatro años viajando. Fui a África, Asia y Europa para pedir votos para que Brasil ganara el derecho de ser sede del Mundial", expresó.
Hasta el momento hay siete estadios mundialistas listos, los seis utilizados en la Copa Confederaciones en junio pasado muchos entregados también con atraso, y el Arena das Dunas de Natal (noreste), inaugurado en enero.
Un Brasil diferente
Las críticas de Pelé se sumaron a las de Carlos Alberto Parreira, quien entrenó a la selección campeona del mundo en 1994, y que actualmente es el coordinador técnico de la selección nacional.
"La Copa no solo son estadios. Se necesitan aeropuertos, seguridad, comodidad. Vienen personas de economías avanzadas que, al salir del aeropuerto, quieren escoger si se van en tren, en metro, en bus, en taxi o alquilan un auto. Aquí no tienen cómo escoger", dijo.
"Perdimos la oportunidad de dar comodidad y mostrar un Brasil diferente", agregó.
En medio de retrasos y fallas en los trabajos de ampliación de algunos aeropuertos, Brasil espera recibir 600,000 turistas extranjeros, además de los 3 millones de brasileños que viajarán por el país durante el torneo.
Si bien las autoridades estaban orgullosas por la expansión de un terminal del aeropuerto internacional de Rio, el aeropuerto de Fortaleza (noreste) tuvo que adoptar un plan B e instalar una terminal temporal en una carpa gigante.
A finales de enero, dos excampeones del mundo en 2002 deploraron los gastos que realiza Brasil en la organización del torneo.
"Dije en otras oportunidades que Brasil no tiene condiciones para hacer una Copa del Mundo (...) Va a ser difícil, Brasil pasará vergüenza", dijo Rivaldo, Balón de Oro 1999 y hoy jugador y presidente del Mogi Mirim, de la tercera división.
"Creo que Brasil está en buenas condiciones, es un país rico, y estos fondos se podría asignar a la educación y la salud, que necesitan inversiones y merece atención", comentó, por su parte, el excapitán de la selección Lucio.
"Es triste ver eso, no vemos las obras concretas que una Copa del Mundo necesita", confió Elano a la AFP.
El mediocampista internacional del Flamengo piensa que "el entusiasmo del pueblo brasileño puede contrarrestar muchas cosas" pero se dice "preocupado, es normal: no sé cuándo estarán terminadas las obras, y con las obras nunca tenemos 100% de garantía".