El Tribunal de Justicia Deportiva de Río Grande do Sul, región al sur de Brasil, restó este viernes nueve puntos al club Esportivo por los insultos racistas de sus aficionados y decretó su descenso a la segunda división regional, informaron medios locales.
El fallo del tribunal de apelación incluyó una multa de 30,000 reales (unos 177,600 pesos) y el castigo de no poder jugar seis partidos en casa.
La sanción se debe a los insultos racistas contra el árbitro Marcio Chagas durante un partido del campeonato regional de Río Grande do Sul, contra el Veranópolis, realizado en marzo en la localidad de Bento Gonçalves.
Los insultos racistas fueron criticados por las autoridades brasileñas y la jefa de Estado, Dilma Rousseff, recibió en el palacio presidencial de Planalto a Chagas y también al jugador Tinga, del Cruzeiro, blanco de insultos racistas en otro partido.
En un primer juicio, el Tribunal de Justicia Deportiva impuso una pena de cinco partidos jugando fuera de casa al Esportivo, pero el caso volvió este viernes a la corte en una apelación y la pena incrementó.
El Esportivo tiene derecho de apelar al Superior Tribunal de Justicia Deportiva (STJD), que depende de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF).
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Con información de EFE