Oribe Peralta, el 'desconocido' que salvó al Tri y encumbró a Santos
A su llegada a Santos Laguna hace ocho años, Oribe Peralta peleó un lugar ante figuras de peso como Matías Vuoso y Christian Benítez. Ahora, El Cepillo sigue los pasos de estos futbolistas al dar el salto al club América como un crack en la delantera.
El camino de Peralta no ha sido fácil desde que decidió probar suerte en la Primera División del futbol mexicano en 2002 con Monarcas Morelia y posteriormente con los Rayados de Monterrey.
En su primer año con Santos, estuvo en préstamo con los Jaguares de Chiapas, y a su regreso a La Comarca la sombra de Benítez le pesó demasiado.
La salida en escalada de Vuoso y Benítez, que emigraron al nido azulcrema en 2011, permitió al delantero mexicano comenzar a despuntar para terminar como el segundo goleador del torneo Apertura, la misma temporada en que los laguneros terminaron como subcampeones.
"Sufrí el rechazo de entrenadores y jugadores, fui relegado a la banca, me mandaron a jugar con los equipos filiales y creo que todo valió la pena porque llegué a donde quería", aseguró el futbolista a Mediotiempo en marzo pasado.
En 2012, cuando Oribe Peralta regresó de Londres con la medalla de oro, el alcalde de Torreón, Coahuila, Eduardo Olmos, destacó que el ejemplo que ha dejado el "hijo pródigo" de ese municipio norteño es el de que vale la pena "la ruta dura, la ruta difícil".
Este jugador de 30 años hizo 76 goles con el club Santos desde 2010, siendo el torneo Clausura 2012 el que ha anotado más con 15 tantos y en el que logró el cuarto campeonato para el cuadro norteño.
Pero la oportunidad para lograr un lugar en la Selección Mexicana tardó, siendo enviado con el equipo sub-23 que tuvo un mal paso en la Copa América, pero se redimió con la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y en los Juegos Olímpicos de 2012, donde el lagunero puso dos goles en la final en Wembley ante el Brasil de Neymar.
Futbolista por herencia
El amor por el futbol nació en los ejidos de La Partida, en Torreón, en las canchas de tierra en las que también jugaba su padre en el equipo de tercera división de los Galgos de la Escuela de Contaduría y Administración.
"Desde muy chico me preguntaba qué se necesitaba para salir en la televisión. Y le decía 'no más que te vea una persona que sepa de futbol y tener cualidades, puede ser que te lleve'", recordó Miguel Ángel Peralta, padre del jugador en una entrevista con CNNMéxico hace dos años.
Los logros obtenidos por Oribe Peralta como refuerzo de la selección juvenil le merecieron el llamado a la Mayor para la eliminatoria mundialista de cara a Brasil 2014, donde anotó cinco de los nueve goles que la selección concretó en la sufrida repesca ante Nueva Zelandia.
En diciembre de 2013, la Concacaf lo consideró el Mejor jugador del año en la zona y el pasado 9 de mayo, el técnico del Tri, Miguel Herrera, lo consideró en su lista de 23 convocados para el Mundial
Tras coronarse en Londres, Miguel Ángel Peralta coincidió que los reconocimientos que ha recibido su hijo son una especie de “justicia” luego de que “los cronistas mexicanos no lo querían ni en Panamericanos, ni en Olímpicos”.
"Ahora todos mencionan a Oribe, pero hubo gente que criticó su llamado, que no creían en los primeros partidos, pero es un gran jugador y lo demostró", dijo entonces Javier Aquino, compañero de El Cepillo en los Juegos Olímpicos.
Con información de Jorge Eduardo Gómez