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Brasil da 72 horas para dejar el país a grupo que invadió el Maracaná

Los aficionados entraron al centro de prensa y causaron destrozos en su búsqueda por entrar sin boleto al partido entre España y Chile
jue 19 junio 2014 10:32 AM

El gobierno de Brasil dio este jueves un plazo de 72 horas para que abandonen el país a los 85 aficionados extranjeros, principalmente chilenos, detenidos este miércoles por haber invadido el estadio Maracaná de Río de Janeiro para intentar asistir al partido entre España y Chile por el Mundial 2014.

"En cuanto a los aficionados extranjeros que invadieron el centro de prensa del Maracaná, la Policía Federal informa de que notificará a los 85 individuos a dejar el país en un plazo máximo de 72 horas", informó la entidad en un comunicado.

Los aficionados que se nieguen a cumplir ese plazo serán deportados de forma sumaria, agregó la nota de la Policía Federal brasileña.

Pese a que la información inicial daba cuenta de que los 85 detenidos eran chilenos, la Policía Federal los trató como extranjeros y no aclaró si había aficionados de otras nacionalidades.

La FIFA informó de que los invasores, que no tenían entrada para el partido, "forzaron de forma violenta la entrada al estadio y quebraron algunas cercas para pasar por los guardias de seguridad".

De acuerdo con el órgano rector del fútbol, todos los invasores, que pasaron en estampida por la sala de prensa del estadio en un intento de buscar una puerta de acceso a las gradas y provocaron algunos daños, fueron contenidos e impedidos de llegar hasta los asientos.

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La FIFA informó de que anunciará en breve las medidas que adoptará para evitar este tipo de incidentes, que ya se habían registrado en el partido entre Argentina y Bosnia en el Maracaná el domingo pasado, cuando nueve aficionados argentinos fueron detenidos.

La mayoría de los aficionados, vestidos con la camisa de la selección chilena, fueron detenidos dentro de la sala de prensa, en donde no hallaron vía de escape hacia las gradas y terminaron rindiéndose sin ofrecer resistencia.

Antes de la detención, los aficionados rompieron un par de paneles para tratar de llegar al campo, al tiempo que tiraron por el suelo cámaras de televisión y material de la prensa presente en el recinto.

Parte del grupo fue conducido a la comisaría de policía que hay en el interior del Maracaná y otra parte a comisarías en barrios vecinos debido a la elevada cantidad de detenidos.

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