El caballo 'improbable' que se llevó el Derby de Kentucky
Muy a menudo vemos a un favorito demasiado promocionado antes de una carrera solo para decepcionar en el gran día.
Bueno, eso ciertamente no fue el caso en el Derby de Kentucky de este año.
California Chrome, el potro castaño llamativo, fue el enfoque de la atención intensa antes de la carrera en la semana del Derby no solo por sus impresionantes credenciales, sino también por su historia.
Todos aman a uno que no es favorito y este caballo de negocio, con telas moradas y verdes "DAP" con un adorno verde de burro en la parte trasera, pertenecía a dos hombres normales que disfrutan su primer entrada al complejo mundo de la cría de caballos.
Steve Coburn y Perry Martin compraron una acción en una yegua de carreras relativamente barata, Love The Chase, quien ganó una carrera de seis comienzos .
Cuando la asociación decidió reducir sus pérdidas y vender al dulce pero lenta yegua, Cobunr y Martin optaron por comprar la parte de sus socios por un valor de 8,000 dólares y enviarla a la granja de cría.
Seleccionar un semental para "cubrir" a la yegua, a menudo es un trabajo intensivo, un proceso casi matemático dependiendo de qué tipo de corcel intentas producir.
Por razones mejor conocidas para ellos, la pareja se decidió por Lucky Pulpit por una cuota de 2,000 dólares, un caballo adecuado que nunca completó su máximo potencial debido a las enfermedades.
Once meses después, de allí salió el potro que sería nombrado California Chrome ; el nombre fue sacado de un sombrero lleno de sugerencias hechas por los propietarios y sus familias. Seabisquick también estaba en la mezcla.
Cuando enviaron al caballo, quien ahora tiene tres años, al entrenador veterano Art Sherman, el novato le dijo al exjinete que sería el ganador del Derby de Kentucky.
Bajo el cuidado estricto de su entrenador veterano, este caballo hermoso que ama competir progresó tan bien, que terminó como un improbable favorito en la carrera más famosa del mundo... Y la ganó.
Aunque probablemente California Chrome no es el nombre más elegante, prueba que por todo el dinero y tiempo gastado en intentar criar al caballo de carreras perfecto, a veces solo es cuestión de suerte.