Empresas reconocen la importancia de la educación financiera en sus empleados
Guardaditos, tandas o cajas de ahorro familiares son términos habituales en México, donde la educación financiera no es tan conocida. Sin embargo, las empresas empiezan a reconocer la importancia de capacitar a sus empleados en esta materia, que les enseña a cuidar sus ingresos y los ayuda a sentirse valorados.
En México, sólo 44.1% de los adultos tiene una cuenta de ahorro formal, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera realizada durante 2015 y cuyos resultados se presentarán en el primer trimestre de 2016. Este porcentaje representa 8.6% más que en 2012, año en el que 47% de los ahorradores lo hacía a través de mecanismos informales.
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La meta es retener el talento y tener gente más confiable, explica Juan José Salas, director general de Finanzas Personales México, que imparte cursos de educación financiera.
Aumentar el sueldo no ha funcionado, pero sí mostrar una preocupación por la familia del empleado y por su bienestar.
“La educación financiera es una necesidad, permite tener trabajadores más estables, menos estresados y contentos con la empresa y, por ende, se reduce la rotación”, apunta Alan Gómez, director de Retención de Principal Financial Group, especializado en fondos de inversión, afores y seguros.
Eso sí, no va a hacer que los colaboradores dejen de pedir un aumento, ya que el sueldo y el ahorro de una persona están relacionados con el valor que se le da a su trabajo, advierte Alberto Álvarez Morphy, director general de IncentivAction, firma especializada en programas de incentivos y desempeño.
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Sin embargo, Gómez asegura que aún hay poco interés: se piensa que el cuidado de los recursos es para ricos, aun cuando todos envejecerán y necesitarán dinero para sus últimos días. Salas apunta que esta capacitación ayuda desde el gerente hasta el conserje a cuidar los recursos de la empresa.
Trabajadores comprometidos
American Express y Femsa son algunas de las compañías que han dado relevancia al tema. “Desde el inicio del taller (en línea y adaptado a cada unidad de negocio), los saldos promedio de los colaboradores registrados en la caja de ahorro de Femsa tuvieron un incremento de 6% durante 2015, mientras que en las cuentas de ahorro a plazo fijo y a la jubilación, fue de 16%”, detalla Eulalio Cerda, director de Desarrollo Social y Laboral de la empresa.
Incluso, hay empleados que tenían tres tarjetas de crédito y hoy sólo conservan una sin ningún pago de interés moratorio. Además de darse de alta en esquemas de ahorro a la jubilación, también hubo quien se dirigió a casas de bolsa para recibir asesoría para definir si adquirían o no acciones.