3 consejos para que los millennials vivan una vejez tranquila
Mike me hizo la siguiente consulta: Estoy cerca de los 30 y mi sueldo es modesto. Es difícil ahorrar, por lo que creo que jamás podré jubilarme. ¿Hay una manera de prepararse para el retiro si no ganas un gran sueldo? ¿O tendré que trabajar hasta que muera?
Planificar y ahorrar para la jubilación es un reto para casi todos hoy en día. Pero si acabas empezar tu carrera y no ganas mucho, prepararte para la jubilación puede ser aún más difícil, pues hay muchas demandas que compiten por llevarse una tajada de tu pequeño sueldo: la vivienda , el transporte, gastos básicos y, para muchas personas jóvenes, la deuda de la universidad, que de acuerdo con una reciente encuesta realizada por el American Institute of Certified Public Accounts es la principal razón por la cual muchos posponen ahorrar para la jubilación.
Pero difícil no significa imposible. Sabemos que no hay garantías de que durante tu carrera logres construir un ahorro adecuado, aun si tu poder adquisitivo mejora con los años. Pero si construyes una base financiera sólida y practicas cierta tenacidad y disciplina, sin duda puedes mejorar tus probabilidades. Hay tres cosas importantes que debes hacer:
1. Desarrollar hábitos de dinero responsables desde el principio.
Cuando digo hábitos responsables no estoy hablando de ahorrar unos cuantos dólares aquí o allá no comprando café u otros pequeños caprichos. Más bien, estoy hablando del panorama macro, a saber, la adopción de un estilo de vida global que te permita vivir por debajo de tus posibilidades.
Eso puede parecer anticuado en el actual mundo de la gratificación inmediata. Pero si vas a gastar cada centavo de tu sueldo no podrás guardar dinero para los inevitables golpes que nos da la vida (como perder el empleo, emergencias médicas, gastos imprevistos) ni para tu jubilación.
Por ejemplo, según la Encuesta de Gastos del Consumidor del Departamento estadounidense del Trabajo, la vivienda es el mayor gasto para las familias jóvenes y mayores. Así que mientras menos desembolses cada mes para cubrir este importante gasto -incluso si ello significa vivir en una ciudad de menor costo o en un barrio no tan de moda, compartir departamento con amigos o mudarte de nuevo con tus padres por un tiempo- tendrás más margen financiero y podrás ahorrar más dinero para la jubilación.
Lo mismo ocurre con otro gasto importante: el transporte. Los autos usados, asequibles pero fiables, son una buena opción, por lo que no hay necesidad de derrochar en uno ostentoso y nuevo. Si puedes moverte en transporte público y en Uber de vez en cuando, mucho mejor.
También es crucial desarrollar buenos hábitos desde el principio cuando se trata del crédito, sobre todo las tarjetas de crédito. La razón obvia es que financiar tu estilo de vida con dinero plástico puede ser caro, las tasas de interés a menudo superan el 15% anual.
Pero también hay una razón menos obvia: la investigación muestra que cuando no pagamos con dinero en efectivo, no tenemos plena consciencia de que estamos gastando dinero real, lo que puede dar pie a un gasto excesivo.
Eso no quiere decir que sólo debas usar efectivo. Pero si vas a depender de la comodidad de las tarjetas de crédito o las ‘apps’ de pago, no caigas en la trampa de creer que puedes permitirte el lujo de comprar algo sólo porque puedes dar tarjetazo o mover tu iPhone.
2. Comienza a ahorrar lo antes posible, incluso si es poco.
Sería bueno que todos pudiéramos apartar el 15% de nuestro salario al año, un estudio del Boston College Center For Retirement Research estima que esa proporción es la que necesita ahorrar el hogar típico para la jubilación. Sin embargo, para muchas personas eso es poco realista, especialmente los que empiezan.
La mayoría deberíamos ser capaces de ingeniárnosla para ahorrar al menos algo de manera regular, ya sea 1% del salario, 5%, o 50 dólares al mes, lo que sea.
Empezar pronto , incluso con una cantidad modesta, es crucial, ya que fijarte la disciplina del ahorro regular en tus 20 o 30 años hará que sea más probable que mantengas ese régimen en tus 40 y 50 años, cuando ganas más y acaso puedas ahorrar más.
Llegado el momento de la jubilación, la recompensa de empezar temprano puede ser sustancial (aun si empiezas con una cantidad pequeña). Por ejemplo, alguien de 25 años que gana 35,000 dólares al año y recibe un 2% de aumentos anuales, comienza a ahorrar solamente el 5% de su sueldo y aumenta esa cantidad en un punto porcentual cada año hasta llegar al 15% de los ingresos a los 35 años, terminaría con más de 900,000 dólares a los 65 años, suponiendo que se adhiere a ese régimen de ahorro y obtiene un rendimiento anual del 6%.
Si puedes efectuar este ahorro regular a través de un plan de ahorro para el retiro (donde tus aportaciones se descuentan automáticamente de tu sueldo y el empleador también podría aportar algo), tanto mejor. Si eso no es posible, considera abrir una cuenta especial para ello a la que transfieras automáticamente cada mes una cantidad de tu salario. El punto es colocar tus ahorros en piloto automático, es más fácil que ahorres así que si tienes que tomar la decisión consciente de hacerlo cada mes.
3. Obtén el máximo provecho del dinero que logres ahorrar.
El mensaje implícito de la industria de la inversión es que para tener éxito como inversionista tienes que observar los mercados financieros y estar listo para entrar o salir de diferentes sectores en cualquier momento para evitar reveses y maximizar las ganancias. Tonterías.
De hecho, hay una manera más fácil y segura para convertir el dinero que ahorras cada mes en un nido financiero de tamaño considerable.
Basta con invertir tus ahorros para el retiro en una mezcla muy diversificada de fondos de acciones y bonos que se acomode con tu tolerancia al riesgo. Para las personas de entre 20 y 30 años, tal vez signifique invertir entre 70% y 90% del ahorro en fondos de acciones, pero puedes establecer una mezcla adecuada para ti empleando una herramienta de asignación de activos según tu tolerancia al riesgo. Una vez que establezcas esa mezcla, no la toques mucho, salvo para reequilibrarla de vez en cuando.
Después de que hayas decidido cómo repartir tus ahorros entre los fondos de acciones y bonos, haz todo lo posible por evitar malgastar los rendimientos de tus inversiones en gravosas comisiones. Pagar 1% al año en costos de inversión puede no parecer gran cosa, pero un reciente estudio de NerdWallet mostró que en el transcurso de una carrera de 40 años, pagar 1% anual en comisiones podría costarle a los Millennials, en algunos casos, más de medio millón de dólares en rendimientos sacrificados.
La mejor manera de evitar el lastre de las comisiones - sobre todo si tenemos en cuenta la reciente previsión de McKinsey de menores rendimientos de las inversiones en los próximos años - es colocar tus ahorros para el retiro en fondos índice y fondos cotizados de bajo costo, muchos de los cuales cobran 0.20% o menos al año.
¿Hay otras cosas que puedes hacer para reducir las probabilidades de tener que trabajar hasta que mueras? Por supuesto. Pero las tres sugerencias anteriores son las más importantes. Si comienzas a implementarlas y te adhieres a ellas lo mejor que puedas a lo largo de tu carrera, al menos puedes estar seguro de que avanzas en la dirección correcta hacia una jubilación segura.