Los riesgos de adquirir una tarjeta de crédito en la universidad
¿Deberías sacar una tarjeta de crédito ahora que estás en la universidad para iniciar tu historial crediticio?
Obtener una tarjeta de crédito mientras eres joven puede resultar útil para la siempre importante calificación crediticia. Esto se debe a que cuanto antes abras una cuenta, más largo será tu historial de crédito. Pero un mayor poder adquisitivo conlleva una mayor responsabilidad.
Si gastas de más y no eres capaz de pagar el saldo completo cada mes, corres el riesgo de caer en una trampa de deuda que te perseguirá hasta la edad adulta.
"Si tienes deudas pendientes en una tarjeta de crédito, el interés te comerá vivo", advierte la planificadora financiera Michelle Brownstein, también vicepresidente de la firma de asesoría financiera online Personal Capital.
El uso responsable de una tarjeta de crédito es un factor fundamental en tu puntaje de crédito, que es el número de referencia que los prestamistas utilizan para evaluar tu capacidad de crédito para un préstamo. Tu calificación crediticia se basa en varios factores, incluyendo tu historial de pago de facturas, la cantidad que usas de tu crédito disponible, los tipos de crédito y tu historial de crédito (es decir, cuánto tiempo has tenido líneas de crédito).
Además, los prestamistas no son los únicos que revisan tu calificación y tu historial de crédito. También lo comprueban los caseros o arrendadores, los empleadores e incluso las empresas de telefonía celular. Sin embargo, los millennials parecen algo reacios a subirse al tren de la tarjeta de crédito. Una reciente encuesta de Bankrate indica que un tercio de las personas entre las edades de 18 y 29 tiene una tarjeta de crédito.
Brownstein solicitó una tarjeta de crédito cuando cumplió 18, y dijo que la decisión le permitió comprar un condominio en San Francisco a la edad de 26. "Mi límite de crédito era minúsculo... pero se me hizo hábito pagarlo siempre," explica. "No creo que hubiera podido obtener una hipoteca si no hubiera hecho eso."
Con todo, asumir un crédito a una edad temprana puede ser arriesgado. Es fácil gastar de más cuando deslizas un plástico, sobre todo cuando eres joven y no estás acostumbrado a gestionar tu propio dinero.
Y la primer tarjeta de crédito suele venir con mayores tasas de interés, lo que significa que acumular un saldo pendiente puede conducir a una pila de deuda que tardes años en pagar. Algunos expertos recomiendan esperar hasta después de la universidad, cuando ya cuentas con un sueldo fijo, para abrir una tarjeta de crédito.
"Una tarjeta de crédito debe estar asociada con un trabajo", apuntó Carla Dearing, CEO de SUM180, un servicio de planificación financiera dirigido a las mujeres. "Si incurres en deuda, necesitas una forma de pagar esa deuda".
En 2009 el gobierno estadounidense aprobó una ley para proteger a los estudiantes universitarios de asumir demasiada deuda en tarjeta de crédito. La llamada Ley CARD Act exige que las personas menores de 21 años demuestren ingresos o presenten un co-firmante antes de abrir una tarjeta de crédito.
Para evitar gastar en exceso, los expertos aconsejan mantener un presupuesto que registre tus ingresos y tus gastos, y luego ser selectivo con los gastos que destinas a la tarjeta de crédito.
"Piensa en la tarjeta de crédito como una tarjeta de débito. Nunca gastes más de lo que tienes en tu cuenta bancaria", recomendó Brownstein.
Y dado que el uso del crédito es un factor en tu calificación, los expertos recomiendan mantener tu gasto muy por debajo del límite de la tarjeta cada mes.
Convertirse en un usuario autorizado de una tarjeta de crédito ya existente también puede ayudar a construir el crédito. Los usuarios autorizados pueden disponer libremente de la tarjeta, pero no son responsables de los pagos, lo que significa que los titulares de las tarjetas deben ser muy cuidadosos al momento de elegir con quién compartirlas.