Cómo construir tu vivienda en México si eres migrante
Pensar en el bienestar económico de corto plazo puede alejar a las personas de objetivos como construir un patrimonio o generar un ahorro para vivir una vejez digna. Esta falta de cultura del ahorro e inversión se agudiza cuando nos referimos a aquellos que migran a Estados Unidos “en busca del sueño americano”.
Las remesas que envían los connacionales son utilizadas, en mayor medida, para pagar gastos corrientes como alimentación y emergencias.
Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015 --publicada por el Inegi el año pasado-- en México, 49% de las familias mexicanas tienen un familiar o conocido en el extranjero, 17% de ellas recibieron remesas durante julio de 2014 y julio de 2015, pero solo 5% destinó ese dinero para comprar, reparar, ampliar o remodelar una casa, 2.1% para comprar algún bien o activo (animales, terreno, autos), 2.5% lo invirtió en un negocio y el 59% decidió utilizarlo en comida, gastos personales o pago de servicios.
El ahorro y la inversión no son su prioridad. “Es muy importante premiar el esfuerzo que hacen los migrantes por enviar dinero a México y que ese recurso tenga un destino patrimonial, pues normalmente se va al consumo desde necesidades básicas, hasta la fiesta del pueblo”, dice Francesco Piazzesi, fundador de la empresa social Échale a tu casa, firma que provee de vivienda digna y a bajo costo a comunidades marginadas, entre ellos a las familias de migrantes.
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Empresas sociales como ésta e instituciones financieras como BBVA Bancomer trabajan en conjunto con la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) para facilitarle a los migrantes la adquisición o construcción de una propiedad en su lugar de origen. Se trata de las iniciativas Tu vivienda en México y Construye en tu Tierra.
La empresa que comanda Piazzesi ha construido al menos 1,500 viviendas en 150 comunidades entre 2010 y 2016 en los estados donde el fenómeno migratorio es mayor: Michoacán, Oaxaca, Zacatecas, Puebla, Morelos, Querétaro, Durango y Veracruz.
Los migrantes en Estados Unidos pueden acceder al programa a través de los consulados mexicanos. No requieren tener escrituras del terreno donde quieren construir, pero sí “pleno derecho” como un contrato de compraventa para poder iniciar la obra. Presentar identificación oficial y CURP del solicitante y del responsable familiar en México y comprobante de ingresos del migrante.
Los connacionales pueden iniciar el trámite en EU y su familia recibe el financiamiento o la casa lista para habitar en México. El migrante es quien la paga vía transferencia electrónica o vía remesas.
Las casas que reciben estas familias tienen un costo de 150,000 pesos, son de un solo piso con la posibilidad de ampliarlo a dos, tiene todos los servicios incluidos (drenaje, agua, luz) y sus dimensiones van desde 46 a 73m2.
Las familias tienen siete años para pagarlas, los créditos a los que tienen acceso a través de sofomes y bancos tienen tasa de interés desde 18 al 30%, dependiendo del intermediario financiero que lo otorgue. Para hacer más fácil la adquisición, la Conavi otorga un apoyo económico a los migrantes por 65,000 pesos para pagar parte de la vivienda, ellos tienen que dar 10% de enganche y el resto pagarlo a crédito.
“Es vivienda dispersa (no son condominios), lo cual hace la originación de la casa y la cobranza del crédito aún más difícil. Hay un riesgo crediticio y si construimos en un ejido no podemos tomar la propiedad en garantía”, explica el fundador de Échale a tu casa.
BBVA Bancomer apoya desde 2006 esta iniciativa. En los últimos seis años ha otorgado 1,500 créditos hipotecarios para migrantes por más de 1,300 millones de pesos. El crédito promedio es de 1.2 millones de pesos.
El trámite se inicia en las oficinas de BBVA en Estados Unidos, en los consulados o vía remota por teléfono y no es necesario que los solicitantes tengan residencia. Se le solicita una identificación consular, comprobante de ingresos, se revisa su buró de crédito y el banco les hace una oferta de casas que pueden comprar. Es ahí donde Échale a tu casa puede mostrar sus viviendas, por ejemplo.
“Con este programa la ventaja es que el migrante es propietario del bien, porque una de las cosas que encontrábamos es que estas personas mandaban y mandaban dinero a sus familiares para comprar una casa y no se usaba para lo que querían o construían mal la casa o la propiedad tenía que quedar a nombre de alguien, ellos no eran dueños de su patrimonio”, explica Gonzalo Palafox, director de estrategia y productos de BBVA Bancomer.
Estos créditos se otorgan en pesos fijos a una tasa de interés del 13.5% a un plazo de 20, 15 y 10 años. Palafox dice que la demanda de este producto crediticio ha ido creciendo y esperan que continúe así. En 2010 el banco otorgó 250 créditos; en 2015, 300 y en 2016, 500. Este año estiman colocar 750 créditos por 750 millones de pesos. Los recursos se le entregan directamente a la constructora para asegurar que se formalice la compra-venta del inmueble.
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Existen otros vehículos para que el dinero que los migrantes generen en Estados Unidos tenga frutos para ellos y su familia.
Los seguros con componente de inversión y los fondos de inversión son una vía para hacer crecer su dinero. Eloy López, asesor de seguros, recomienda contratar un seguro de vida con una aseguradora mexicana, de tal forma que si el migrante fallece en México o en otro país, su familia puede recibir los recursos.
Para quien busca hacer alguna inversión en el país, señala Jaime Álvarez, vicepresidente de Inversiones Latam de Old Mutual, será necesario que el migrante viaje a algún estado de la frontera sur de Estados Unidos y presente un comprobante de domicilio e identificación mexicana para contratar un producto.
Los depósitos tanto de los seguros, fondos de inversión o hipotecas pueden hacerse vía transferencia electrónica desde donde se encuentre el solicitante o pueden pagarse a través de las remesas que envíen a sus familiares.