Una mesera recibió una propina de 10,000 dólares gracias a su toque personal.
Jessica Osborne, de 20 años, recibió el obsequio de una familia que come regularmente en el restaurante Pizza Hut donde ella trabaja.
Osborne tomó la orden de la familia -una madre y dos hijos- y como de costumbre conversaron sobre sus vidas.
''Ellos te endulzan el día cuando vienen'', comentó la mesera.
Osborne dijo que ella les platicó sobre cómo había iniciado en dos ocasiones su educación universitaria, pero que la había dejado porque no tenía dinero suficiente.
Ellos le platicaron sobre sus planes de mudarse, y ella les pidió que pasaran a despedirse antes de marcharse.
Ellos regresaron la semana pasada y entregaron a Osborne un cheque doblado a la mitad, con dinero de un fondo educacional que habían establecido después de una muerte en la familia.
''No quise mirarlo porque pensé que iba a llorar'', dijo Osborne; y lo hizo: lloró.
Osborne dijo que ahora está considerando dónde estudiar fotografía y periodismo.