África y AL, similares en competitividad

La CEPAL señala que si no hay mejoras en la región, en 50 años América Latina será como África; sugiere que AL destine más recursos a la innovación y creación de nuevos productos.
planeación, estrategia, gráfica, (Foto: Jupiter Images)

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que si las políticas económicas de la región no impulsan su competitividad dentro de 50 años alcanzarán los niveles en los que se encuentra África, informó este miércoles el diario económico La República.

"Yo creo que en Latinoamérica la tendencia futura si miro a 50 años es África", dijo en Bogotá la economista senior argentina de la Cepal Graciela Moguillansky, quien se encuentra de visita en Colombia.

La integrante del organismo multilateral señaló que los países latinoamericanos y caribeños deben definir con urgencia las políticas y estrategias que desarrollarán para ser más competitivos, destinar más recursos a la innovación y crear nuevos productos.

Moguillansky consideró que mientras los países asiáticos comienzan a reponerse de la crisis económica mundial y a expandirse, en América se limitan a determinar en qué sectores pueden especializarse para mejorar su competitividad y exploran con qué productos pueden entrar en economías industrializadas.

"Los países en Latinoamérica no están trabajando lo suficiente para ser competitivos: ¿Cuáles son los recursos que están poniendo para impulsar los nuevos sectores? (...) nada, no hay nada de eso en la región, por eso cada vez está peor", enfatizó la economista.

La CEPAL también cree que deberían esforzarse en consolidar sus proyectos y conseguir mayor innovación y oportunidades de negocio y así disminuir la brecha con los países asiáticos.

El director del departamento de Modernización del Estado y Gobernabilidad de la Organización de Estados Americanos (OEA), Robert Devlin, dijo por su parte que "para mejorar la competitividad en Latinoamérica se necesita un Estado eficaz, que se articule con el sector privado".

Para Devlin, el ideal es "un Gobierno con profesionalismo que no esté capturado por intereses particulares".