El Gobierno de Brasil se comprometió este miércoles a gastar 20,100 millones de reales (11,500 millones de dólares) para financiar obras de infraestructura y transporte destinadas a la preparación del país para organizar la Copa del Mundo de futbol de 2014.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, así como los gobernadores y alcaldes de las 12 ciudades escogidas como sedes, firmaron en Brasilia un acuerdo para iniciar las obras y establecer prioridades para la construcción y remodelación de estadios y otros trabajos necesarios para acoger al evento.
La mayor parte del dinero, alrededor de 11,000 millones de reales, será canalizado a proyectos de transporte urbano.
Otros planes incluyen obras en los aeropuertos, puertos, hoteles y complejos de turismo, dijeron funcionarios, pero la inversión no incluye los gastos de seguridad.
Lula, que termina en diciembre su segundo mandato de cuatro años, pretende aliviar las preocupaciones respecto a los retrasos y a la falta de financiación adecuada para realizar las obras del campeonato mundial de futbol.
Brasil ha padecido durante años graves problemas en infraestructura, que los economistas estiman que son un lastre para el crecimiento económico y provocan que las exportaciones de Brasil menos competitivas en comparación con sus pares, como China.
Río de Janeiro será también sede de los Juegos Olímpicos de 2016.