Bundesbank ‘despide’ a ejecutivo racista

El Consejo del banco central alemán pidió al presidente de la República el cese de Thilo Sarrazin; el funcionario emitió declaraciones polémicas sobre los judíos y criticó a inmigrantes musulmanes.
Angela Merkel (Foto: AP)

El Consejo del Bundesbank alemán anunció el jueves que votó por unanimidad pedir la dimisión del ejecutivo de la entidad Thilo Sarrazin, que provocó una polémica por sus declaraciones sobre los inmigrantes musulmanes y judíos. En un comunicado, el banco dijo que había solicitado al presidente de la República, Christian Wulff, que cesara al ejecutivo de 65 años, que fue censurado por afirmar que los judíos tienen una configuración genética particular y criticar a los inmigrantes.

Wulff, que tiene la última palabra sobre el asunto, debe aprobar la decisión del banco, en lo que sería la primera vez que un miembro del Bundesbank es despedido.

La oficina del presidente dijo en un comunicado que Wulff analizará el pedido del banco para despedir a Sarrazin.

La canciller Angela Merkel, ministros y los principales partidos políticos de Alemania condenaron a Sarrazin, quien pertenece a los socialdemócratas (SPD). El partido comenzó un proceso para desafiliarlo.

El presidente había dado a entender previamente que apoyaría la dimisión, argumentando que el Bundesbank debía limitar los daños a la reputación del país.

El diario económico Handelsblatt indicó que el presidente del banco, Axel Weber, estaba pasando "días aciagos" imprimiendo dos páginas con posibles sustitutos de Sarrazin.

Varios dirigentes alemanes esperan que Weber sustituya a Jean-Claude Trichet como presidente del Banco Central Europeo el año que viene cuando expire el mandato del francés.

Trichet dijo en una reunión del BCE que "como ciudadano" estaba horrorizado por las declaraciones de Sarrazin y que tenía total confianza en las decisiones del Bundesbank.

Sarrazin negó que haya utilizado una teoría racial en su libro e insistió en que sus conclusiones sobre el peligro que representan los inmigrantes musulmanes para Alemania estaban basadas no en las diferencias étnicas sino en la herencia cultural.

Según partes publicadas en los medios, el libro dice que los musulmanes le cuestan más al Estado de lo que contribuyen, se resisten a integrarse y algún día podrían formar una mayoría.

"No quiero que terminemos como extraños en nuestra propia tierra, ni siquiera en una base regional", escribió Sarrazin.