La policía alemana llamada para investigar una supuesta estafa en una ciudad bávara encontró a un hombre entregando dinero a los transeúntes para celebrar su jubilación. De pie en la certeramente escogida "Frohsinnstrasse" ("Calle Alegría") en la ciudad de Aschaffenburg, el desconocido pensionado portaba un cartel alrededor de su cuello explicando su filantropía: "No estoy desempleado ni sin hogar. Tengo una esposa. Estoy bien. Esa es la razón por la que me gustaría darle un euro".
Un transeúnte que temió que el hombre estuviera realizando una estafa alertó a la policía, que resultó sorprendida por la explicación del pensionado, quien indicó que sólo quería compartir su felicidad por jubilarse.
Tras entregar sus explicaciones, se le permitió continuar con su generosa celebración, ya que después de todo, no existen leyes contra entregar dinero a extraños, según la policía local.