El Gobierno de Francia confirmó este jueves que el fabricante de automóviles Renault fue objeto de un caso de espionaje que consideró "grave" y está enfocado en el desarrollo de su vehículo eléctrico.
El ministro de Industria, Éric Besson, declaró a la emisora de radio RTL que en este caso se trata de una "guerra económica".
Renault ha suspendido a tres ejecutivos ante sospechas de que su programa de vehículos eléctricos haya sido sujeto a espionaje industrial.
Un miembro del comité y dos directivos fueron suspendidos el 3 de enero ante la recomendación del comité de la armadora.
Uno de estos ejecutivos trabaja en el programa de vehículos eléctricos, la armadora está preocupada por el que su liderazgo en esta tecnología pueda quedar en riesgo.
Renault en alianza con la japonesa Nissan Motor han apostado por esta tecnología.
El objetivo de Renault es convertirse en el primer fabricante de vehículos eléctricos, con las miras puestas en 2016, cuando quiere llegar a producir 200,000 unidades.
En 2011 pondrá a la venta sus primeros modelos: el Fluence Z.E., Kangoo Z.E. y Twizzy.
Según revela este jueves el diario Le Figaro, los tres altos ejecutivos suspendidos son sospechosos de haber filtrado datos estratégicos sobre el proyecto del vehículo eléctrico.
"Para Renault se trata de hechos muy graves que conciernen personas en posición particularmente estratégicas en la empresa", indicó Christian Husson, director jurídico y deontológico de la multinacional francesa.
Esos hechos "justifican una decisión precautoria" que apunta a "proteger, sin esperar, los activos estratégicos, intelectuales y tecnológicos de nuestra empresa", dijo Husson al explicar la suspensión de los ejecutivos.