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ha llevado a la quiebra a numerosas empresas fabricantes de caramelos y más de 5,000 trabajadores han quedado cesantes en los últimos meses, denunció el dirigente sectorial Pedro Malaver.
“La falta de este insumo produjo el cierre de unas 20 empresas fabricantes de caramelos y bombones durante el año pasado”, precisó Malaver, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Caramelos (Anfac), en diálogo con Notimex.
Destacó que pese a que el Estado maneja 60% del parque industrial azucarero, sólo produce 20% del azúcar que consume el país, que es distribuido por el gubernamental Mercal, y fabricantes de caramelos carecen de acceso al producto.
“A principios de año, tuvimos que acudir al mercado paralelo a fin de
, ya que no obtuvimos dólares preferenciales de Cadivi, lo que incidió en un aumento en el precio de los caramelos”.Recalcó que este aumento produjo un bajón en las ventas de casi un 60%, por lo que muchas fábricas dejaron de producir, cerraron sus portones y comenzaron a liquidar a su personal. “Otras se fueron para Colombia y se instalaron allá”.
“En los kioscos y cantinas escolares ya no compran nuestros productos, pues es obvio que muchos niños no tienen cómo pagar tres bolívares por un simple caramelo de menta (que es el más barato) o una chupeta (paleta), cuyo costo es de 12 bolívares, y eso lo entendemos”, dijo.
Fabián Montilla, vocero de la Asociación Nacional de Cañicultores (Anaca), informó por su parte que la escasez del producto obedece a que el Gobierno ha desestimado la actividad de los agricultores locales, trayendo azúcar del exterior.
“Ello, aunado a la expropiación y ocupación de extensos cultivos de caña, que luego fueron abandonados y que hoy no producen absolutamente nada, porque se convirtieron en refugio de personas de mal vivir, produjeron la quiebra a nuestros agricultores”, lamentó.
Señaló que las centrales azucareras expropiados por el Gobierno se encuentran
, por falta de inversión, lo que agrava la situación del agricultor, ya que no tiene dónde llevar la poca caña que siembra.“La infraestructura de estas empresas está deteriorada y no cuentan con materiales y equipos para la refinación. Se pierde la caña sembrada, así como el azúcar cruda importada para el procesamiento, al grado que en 2014 se perdieron 2,000 toneladas de caña”, observó.