Taqueros acusan de racismo a Houston

Los dueños de 60 camiones de tacos se oponen a las medidas sanitarias impuestas en Texas; las normas incluyen una inspección cada 24 horas, un permiso notarial y baños con agua caliente
Los taqueros no están de acuerdo con las medidas de control

Los dueños de unos 60 camiones de tacos tildan de racista al gobierno de Houston y al condado de Harris, en Texas, por sus medidas sanitarias.

Desde diciembre, los taqueros deberán  ‘pasar inspección’ cada 24 horas para demostrar que desechan agua y grasa de forma adecuada, contar con un permiso notarial para operar y baños con agua caliente para sus clientes a no más de 150 metros del establecimiento móvil.

Según las autoridades se trata de reglas más estrictas para el control de vehículos distribuidores de comida.

Pero David Mestemaker, representante legal de los taqueros, argumenta que se trata de medidas antihispanos, pues no hay reportes de personas enfermas por comer en las estaciones de tacos. “A los legisladores no les gustan estos negocios en sus barrios, piensan que son de clase muy baja”, señala.

Kathy Barton, vocera del Departamento de Salud de Houston, dice que en 2006 se identificaron 108 violaciones a la ley que involucraban a vendedores móviles de comida, comparados con las 800 que se levantaron contra el resto de los establecimientos de alimentos.

“No recuerdo haber recibido ninguna por enfermedades derivadas de unidades móviles”, aclara. “Las quejas, casi todas, son porque no se mueven y provienen de los vecinos”, comenta Barton.