Brasil critica posición de Europa y EU

Dice que aceptar sus condiciones comerciales hubiera sido “traicionar a países en desarrollo”;

Aceptar los términos impuestos por Estados Unidos y la Unión Europea en las negociaciones de la Organización Internacional de Comercio (OMC) hubiera sido una traición a países en desarrollo, afirmó el canciller Celso Amorim.

“Yo no hubiera podido, de ninguna manera, hacer un acuerdo que considerase, yo mismo, una traición a los intereses de la industria brasileña, una traición al Mercosur, una traición a los países del G-20 que confían en nosotros”, dijo el canciller Celso Amorim al diario financiero Valor Económico.

Amorim, junto a sus colegas de India, Argentina, China y otras naciones en desarrollo que conforman el Grupo de los 20 (G-20), fracasaron en avanzar en las negociaciones con Estados Unidos y la Unión Europea que buscan liberalizar el comercio mundial.

El fracaso en pactar el nivel de corte de subsidios agrícolas y aranceles en bienes y servicios, hace más difícil cerrar la llamada Ronda de Doha.

Mientras Estados Unidos y la Unión Europea responsabilizan del fracaso a Brasil e India, estos dos países aseguran que los negociadores de las naciones ricas pactaron sus posiciones previamente.

“Ellos combinaron antes (su posición), tenían una zona mutuamente aceptable que involucraba cortes muy pequeños en subsidios, como quieren los Estados Unidos, y muy pequeños en acceso a mercados, como quiere la UE”, dijo Amorim, declinando, sin embargo, clasificar el fracaso de Potsdam como el fin de las negociaciones de la OMC.

Las negociaciones naufragaron por los desacuerdos tradicionales de los últimos seis años: un mayor acceso al mercado agrícola de las naciones industrializadas, una demanda del G-20, a cambio de una apertura en el sector de bienes industriales y de servicios de los países en desarrollo, o la contrapartida exigida por el bloque de 27 naciones de UE, Estados Unidos, Japón, entre otros.