El sindicato de la industria metalúrgica de Alemania, IG Metall, informó en Dusseldorf que miles de trabajadores detuvieron este lunes sus labores durante varias horas en las plantas acereras de Bochum, Remscheid y Witten.
Los empleados buscan con el paro laboral que la patronal del acero en Alemania acepte su demanda de un aumento de sueldo de 8% durante 12 meses, mientras que ésta solo ofrece 3.5 por 18 meses.
La industria acerera ha incrementado en forma pronunciada su producción y sus ventas, así como los precios internacionales.
Los sindicatos de servicios públicos, por su parte, anunciaron huelgas preventivas a partir de mañana martes para presionar a favor de un incremento salarial de 8% para 1.3 millones de trabajadores del gobierno federal y de los municipios.
Los representantes de la parte patronal, el gobierno federal y los municipios, ofrecieron 5% en tres etapas y por un lapso de dos años.
Los sindicatos de los servicios públicos alemanes destacaron que primero desencadenarán huelgas preventivas en los rubros de administración pública, suministro y recolección de basura.
El gobierno estimó que probablemente fracasará la ronda de negociaciones que se iniciará el próximo lunes y que se producirán huelgas de cualquier manera porque los sindicatos de servicios públicos siguen la estrategia de presionar con anticipación.
La semana pasada detuvieron temporalmente labores un total de 300,000 empleados miembros del sindicato, de acuerdo a fuentes de esa central trabajadora.
En caso de que las negociaciones no logren un acuerdo se pasará a la realización de un arbitrio, y en caso de que ese segundo procedimiento falle se producirán huelgas masivas en todo el país.