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Los bancos de EU, a dieta

Las instituciones financieras están ansiosas por recortar gastos y recuperar la línea; estas medidas pueden significar más despidos y más ventas de activos, pero ¿no están exagerando?.
mié 20 mayo 2009 06:00 AM

Pueden quejarse de las estructuras corporativas regordetas todo lo que quieran, pero los bancos están tratando de recuperar la línea.

En los últimos meses, los prestamistas han hecho movimientos agresivos para recortar gastos en todo, desde recortes en líneas de negocio enteras hasta recortes de personal.

American Express se volvió la última empresa financiera en actuar, anunciando sus planes, tras el cierre de la bolsa del lunes, de recortar 4,000 empleos, lo que equivale al 6% de su fuerza de trabajo a nivel mundial. Esto le sigue al despido de 7,000 personas que Amex anunció en octubre.

La semana pasada, JPMorgan Chase develó un enfoque más novedoso: como parte de un esfuerzo más amplio para limitar los gastos, la compañía ordenó a los empleados de la división bancaria de inversión que compraran boletos en clase turista para los viajes cortos de negocios y que limitaran sus propinas en restaurantes y taxis a no más del 15%.

En ua carta dirigida a los empleados se leía que "es indispensable que permanezcamos al frente de nuestros clientes y de los mercados para mantener la posición de liderazgo que tanto nos ha costado construir. Al mismo tiempo, necesitamos tomar en cuenta los costos de hacer negocios, especialmente en el contexto actual".

Chase no está solo. Otras instituciones problemáticas como Citigroup prohibieron las juntas en otras ciudades a finales del año pasado y pidió a sus empleados que limitaran el uso de la  fotocopiadora a color.

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No es ningún secreto que las cosas no han pintado bien para los bancos últimamente. Aún cuando los prestamistas disfrutan de los atractivos márgenes de ganancia de los préstamos nuevos, los ingresos de muchos de sus negocios muestran una baja sustancial en comparación a su situación hace un año.

Las empresas financieras se encuentran atascadas en las pérdidas de los préstamos y de las carteras de inversión hipotecarias. Muchos expertos temen que los préstamos de bienes raíces comerciales también sufrirán dentro de poco tiempo.

Como resultado, los bancos están actuando de forma muy similar a como lo han hecho en otras recesiones, destaca Jennifer Thompson, analista experta de la compañía de investigación de servicios financieros Portales Partners, en Nueva York.

"Cada vez que los ingresos presentan una desaceleración, lo primero que hacen los bancos es frenar sus gastos", dijo.

La diferencia del actual período de austeridad es que los prestamistas están copiando el escrutinio de los reguladores gubernamentales que intentan mantener a los bancos a flote. El Departamento del Tesoro ha invertido 200,000 mdd en 579 instituciones financieras en todo el país por medio del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés).

Así, los reguladores estarán decididos a probar a los contribuyentes que pueden ejercer presión sobre los bancos para recuperar la línea y que los prestamistas puedan recuperarse y pagarle al gobierno lo más pronto posible.

En busca de ahorros

Según los expertos, las medidas de reducción de costos son inevitables, según los expertos.

Los 2 gastos más importantes de los bancos -empleados y bienes raíces- están listos para ser reducidos. Seamus McMahon, presidente de la compañía consultora independiente McMahon Advisory LLC, dice que esto puede significar más despidos así como la consolidación de oficinas y sucursales.

Él indica que muchos prestamistas han extendido su red de sucursales en los últimos años, especialmente los que acaban de someterse al programa gubernamental de las pruebas de estrés. 

Dada la recuperación que experimentan los bancos gracias a las bajas tasas de interés, McMahon cree que algunos prestamistas podrían cerrar el 15% de sus sucursales minoristas sin sacrificar su base de depósito.

Los bancos también podrían contemplar las mejoras tecnológicas para ahorrarse unos centavos, por ejemplo, los expertos se han percatado de que muchos prestamistas dependen de una mezcla de programas y software para recibir depósitos que nunca confluyeron tras la ola de consolidaciones bancarias a principios de esta década.

Claro que siempre existe la opción de comprar a la competencia con la esperanza de sacar de ahí algunos ahorros. Los ejecutivos de PNC y Wells Fargo ,quienes el año pasado compraron a los sufridores bancos National City y Wachovia respectivamente, han sostenido que esperan ahorrar miles de millones de dólares como resultado de estas acciones.

Aún así, los expertos indican que, por lo general, estos ahorros tardan en materializarse, así que los bancos no tienen más opción que aplicar remedios a corto plazo.

Pedirle a los empleados que viajen en clase turista y que sólo saquen fotocopias a blanco y negro no tiene mayores repercusiones. Roger Lister, director de crédito de instituciones financieras de la agencia crediticia DBRS en Nueva York, señaló que lo que los bancos intentan lograr con tales iniciativas es advertir a los empleados que hay gastos excesivos en general.

"Este tipo de acciones es mucho más importante en cuanto al mensaje que emite que en los ahorros que genera", dijo Lister.

Aún así, a medida que los bancos recortan su presupuesto e intentan vender negocios clave, pueden llegar a recortar demasiado en "lo prescindible" del corporativo y con esto perder ganancias imprescindibles.

Por ejemplo, los bancos que exageren en los despidos podrían verse en una situación de desventaja a la llegada de un negocio cuando la economía se recupere.

"Siempre existe ese riesgo", dijo Thompson, de Portales. "Es un terreno pantanoso".

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