El Tesoro estadounidense vendió 28,000 millones de dólares en deuda a siete años el jueves, en una subasta que atrajo una demanda sorprendentemente fuerte y que ayudó a calmar los temores acerca del costo de financiar el inmenso déficit fiscal del país.
La demanda general estuvo sobre el promedio, al alcanzar un ratio de cobertura de ofertas de 2.63. Un indicador del interés del inversor extranjero e institucional, la categoría de oferente indirecto, alcanzó un nivel sorprendente, al ubicarse en más de un 62%.
En otra señal de fortaleza, los rendimientos en la subasta estuvieron por debajo de las expectativas.
La venta de deuda a siete años es parte de la histórica cifra de 115,000 millones de dólares en títulos que se habrán subastado al final de esta semana.
En los días previos, las subastas de notas a dos y cinco años alcanzaron una demanda algo pobre.
Las subastas del Tesoro han estado bajo escrutinio desde que los inversores empezaron a cuestionar la calificación de crédito máxima de Estados Unidos de AAA, especialmente porque el Gobierno emitirá 2 billones de dólares en nuevos bonos este año fiscal.