Moody’s analiza calificación de EU
El presupuesto del Gobierno estadounidense presentado el lunes es un pequeño inicio para retomar niveles de deuda sostenibles, pero se necesitan mayores medidas para preservar la calificación "AAA" del país, dijo el martes la agencia de calificación crediticia Moody's.
"La trayectoria de la deuda claramente está al alza continuamente si no se implementan nuevas medidas", dijo Steven Hess, oficial senior de crédito de Moody's, en un comunicado.
Dado que las tasas de interés suben y el tamaño de la deuda crece, "la asequibilidad de la deuda se deteriorará significativamente", afirmó.
Congelar parte de los gastos discrecionales por tres años es un paso positivo para la calificación, pero "los déficits proyectados en el presupuesto no estabilizan los niveles de deuda en relación con el PIB, y la porción de los gastos del Gobierno que van a pagar intereses en la deuda muestran un incremento constante", afirmó.
Con el desempleo aún en niveles elevados, un ajuste fiscal de consideraciones sería difícil actualmente en términos políticos y podría desacelerar la recuperación económica, afirmó.
Además, los gastos adicionales para la creación de empleos en el año fiscal en curso se están sumando a la trayectoria de la deuda a largo plazo, aseguró.
El Gobierno de Barack Obama proyectó el lunes un presupuesto que destinará más fondos a la lucha contra el desempleo, aumentará los impuestos a los ricos y congelará los gastos de una amplia gama de programas gubernamentales.
El déficit previsto para este año crecería a un nuevo récord : 1.56 billones de dólares, para superar su nivel histórico del año pasado, de 1.41 billones. Ello equivale a un 10.6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
El déficit permanecería por encima de 1 billón en 2011, aunque el presidente propuso congelar durante tres años los gastos de varios programas, sin incluir las fuerzas armadas ni la seguridad nacional, y aumentar los impuestos a productores de energía y a las familias que ganan más de 250,000 dólares por año, además de un cargo a los grandes bancos para recuperar las pérdidas del rescate financiero de 2008.
