Inglaterra pide impuesto global a bancos

El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que trabaja en ello con colegas internacionales; presentó la idea del gravamen a las transacciones financieras en noviembre, en la reunión del G20.

El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo este sábado que está trabajando muy duro con sus colegas internacionales para acordar un impuesto global a los bancos, dado los enormes gastos estatales para rescates durante la crisis financiera. En un podcast dijo que es justo que aquellos que se han beneficiado del dinero de los contribuyentes deban "dar algo a la sociedad a cambio".

"Puedo decirles que estoy trabajando muy duro con colegas internacionales -incluidas negociaciones esta semana en el Consejo Europeo- para lograr un pacto sobre un tributo mundial a la banca para asegurarnos de que en el futuro los aportes que los bancos hagan sean adecuadamente capturados", declaró.

Brown presentó la idea de un impuesto mundial a las transacciones financieras en una reunión del Grupo de los 20 (G20) en Escocia en noviembre.

Ministros de finanzas y banqueros centrales del Grupo de las Siete (G7) principales economías llamaron este mes a un estudio más cercano de la propuesta británica de un impuesto a la banca para cubrir los costos de los rescates en el 2008 y 2009 que alcanzaron los cientos de miles de millones de dólares.

El Gobierno de Estados Unidos se ha opuesto a un impuesto a las transacciones financieras, pero recientemente el presidente

por el rescate financiero.

Brown dijo que es muy importante que cualquier tasa sobre los bancos británicos sea imitada por otros países. También dijo que quería poner fin a la elusión tributaria de las instituciones financieras "que ocurre cuando enfrentan a un país neutral contra otro".

El Reino Unido ya está imponiendo un impuesto único a los bonos que se pagaron a los empleados bancarios. En las próximas semanas los bancos revelarán sus paquetes de bonos para su personal, los ingresos serán destinados a aliviar el desempleo juvenil y reducir el déficit presupuestario récord del país de 178.000 millones de libras esterlinas.

"Estas medidas no pretenden ser un castigo, pero no puede haber un regreso a los negocios como antes: La práctica de negocios responsable es esencial y los bancos tienen que reconocer que ellos han recibido ayuda de los contribuyentes para salir adelante", afirmó.

"Estamos comprometidos a garantizar que los bancos -mediante buena administración- paguen de vuelta cada centavo a los contribuyentes británicos", agregó.