Argentina liquida deuda con reservas

El país comenzó a pagar vencimientos de deuda externa con las reservas del Banco Central; así concluyeron 3 meses de esfuerzos del Gobierno de Cristina Fernández para usar dichos recursos.

El Gobierno argentino comenzó el lunes a pagar vencimientos de la deuda externa con reservas del Banco Central, después de haber ganado una batalla que duró tres meses y que desgastó al gobierno de la presidenta Cristina Fernández.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, había anticipado que este lunes pagarían 204 millones de dólares que se deben a acreedores privados en el exterior, aunque a lo largo del año se dispondrá de un total de 6,600 millones de dólares.

La semana pasada, el Gobierno argentino obtuvo un triunfo político luego de que la justicia avalara la utilización de las reservas del Banco Central para pagar la deuda externa.

El uso de las reservas provocó un debate nacional y desató una crisis política desde que la presidenta Cristina Fernández creó en diciembre el Fondo del Bicentenario, con el que debía pagar a los tenedores privados de bonos de la deuda del país sudamericano.

El ex titular del Banco Central, Martín Redrado, fue echado de su cargo en enero por negarse a acatar la orden presidencial , en tanto que la oposición obtuvo el apoyo de una jueza que embargó las reservas para impedir su utilización.

Con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial enfrentados, la presidenta derogó el 1 de marzo el Fondo del Bicentenario, pero firmó al mismo tiempo otros dos decretos para garantizar el pago de vencimientos de la deuda durante 2010.

Los nuevos decretos también fueron impugnados en la justicia, por lo cual el gobierno continuó paralizado y perdiendo terreno en la discusión, hasta que el martes pasado la Cámara Federal habilitó, por fin, el uso de las reservas.

Los magistrados consideraron que hubo delitos procesales en el fallo que permitió el embargo de los recursos del Banco Central, gracias a lo cual la presidenta pudo garantizar el pago de la deuda.

Así se terminaron tres meses de agrias disputas políticas que tendrán su colofón el próximo miércoles, cuando el Senado apruebe el nombramiento de Mercedes Marcó del Pont, firme aliada de la presidenta, al frente del Banco Central.