La Fed, con las defensas bajas

Si la economía de EU cayera en una nueva recesión, la entidad tendrá pocos caminos para contenerla; la idea de acceder a dinero barato circulando en la economía no parece suficiente para estimularla.
bernanke (Foto: AP)

La posibilidad de

, y el gran temor es que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ya no tenga más armas para enfrentarla.

La mayoría de los expertos aún no predice la inminencia de una doble recesión, pero los problemas financieros de

. Además, las decepcionantes cifras de empleo y ventas minoristas han evidenciado que la recuperación se demora.

"Cuando venga la siguiente recesión, es muy importante que las autoridades hayan tenido la oportunidad de recargar sus armas para combatir la crisis. Hoy por hoy no está claro que las autoridades puedan hacer más" indica Lakshman Achuthan, director del Economic Cycle Research Institute.

El primer paso para estimular una economía vacilante es que la Fed reduzca el costo de prestar dinero para fomentar el gasto. Pero la tasa de los fondos federales, esa tasa de interés usada como referencia para créditos de consumidores y empresas, está casi en cero. Por lo que se espera que las autoridades de la Fed dejen sin cambio las tasas tras la reunión que sostendrán el próximo miércoles.

Las tasas a largo plazo establecidas por el mercado, como el rendimiento de los bonos del Tesoro y las tasas hipotecarias, también se acercan a mínimos históricos, así que la Fed no puede abaratar más el dinero.

A Achuthan le preocupa que ni la Fed ni el Congreso de estadounidense tengan los recursos y la voluntad política necesarios para estimular la economía. El analista cree que la situación actual recuerda la burlona sugerencia que hizo el presidente de la Fed Ben Bernanke en 2002, en el sentido de que una vez agotadas las opciones, el Banco Central podría ponerse a arrojar billetes desde helicópteros para estimular el gasto.

Sin embargo, bajo el incierto clima económico actual, el dinero barato puede no bastar para aumentar el préstamo y el gasto. Paul Ashworth, economista senior de Capital Economics, opina que la caída continua del préstamo es causada por la débil demanda de crédito de empresas y consumidores, y no tanto por una restricción en la oferta.

"En este momento es difícil saber qué puede hacer (la Fed) para estimular el gasto además de inundar la economía y los sistemas bancarios con dinero" dice Ashworth.

La Fed, efectivamente,

mediante la compra de activos no tradicionales, como bonos del Tesoro a largo plazo y títulos respaldados con hipotecas.

Para algunos, la hoja de balance del Banco Central podría conducir a burbujas de activos e inflación. Además, hay suficientes halcones de la inflación en la Fed para evitar que la entidad continúe comprando esos activos, señala Lyle Gramley, ex gobernador de la Fed y consultor del Potomac Research Group. "A menos de que la economía se dirija hacia el desastre total, será muy difícil que la Fed reactive el programa (de compra de activos)" indica Gramley.

A pesar de los crecientes temores en torno a la economía, las autoridades de la Fed deben ser cuidadosas de no alarmar más a la economía estadounidense. Demasiada atención en los problemas que se han presentado desde la última reunión del organismo el 9 de mayo, podría ser más peligrosa que ignorar las crecientes amenazas, de acuerdo a los expertos.

Para Mark Zandi, economista en jefe de  Economy.com de Moody's, si la Fed llega a insinuar que está considerando otra ronda de compra de activos "sería contraproducente. Aterrorizará al mercado" advierte.