Una
, "probablemente tendría algún efecto en la misma dirección en la economía mexicana", dijo este domingo el subgobernador del Banco de México (Banxico), Manuel Sánchez González. Frente a ello, la mejor receta para enfrentar otra posible desaceleración mundial es tener fundamentos macroeconómicos sólidos e impulsar reformas estructurales, afirmó."Yo diría que hay que consolidar, continuar consolidando la estabilidad de los precios y la fortaleza de las finanzas públicas y, con estos dos elementos, tener cada vez más sólido el marco macroeconómico", insistió Sánchez González.
Asimismo, se deben aprovechar todas las iniciativas positivas que existan en materia de reformas estructurales para impulsar el crecimiento de largo plazo, "que es el que más nos debe preocupar para elevar el bienestar general de la sociedad mexicana".
En su opinión, las autoridades de cualquier país deben dar prioridad a controlar la inflación, ya que los beneficios de la estabilidad de precios son tan importantes para la población que sería un error renunciar a ellos en búsqueda de alternativas.
Sánchez González estima que consolidar dicho objetivo es la mejor contribución que el Banxico, como autoridad monetaria, puede hacer para propiciar el crecimiento económico en México.
Cautela ante perspectiva favorable
Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destacó que
.La dependencia refiere que el Gobierno federal ha insistido en mantener sin cambios al alza el pronóstico de crecimiento para este año, ya que está consciente de que aún hay riesgos para la economía mundial que significan una amenaza para la recuperación específica del país.
Sin embargo, reconoce, también es cierto que las reformas fiscales aplicadas desde enero pasado, aunque poco populares, han contribuido en gran medida a mantener la estabilidad financiera en México.
En el Informe Semanal de su Vocería, señala que
, según muestran los resultados de los principales indicadores de producción, exportaciones, demanda interna y empleo.La SHCP refiere que los efectos de tener una economía percibida como "poco riesgosa" implican un mayor flujo de capitales y una menor tasa de interés, influyendo de manera positiva en las decisiones de inversión productiva y, por lo tanto, en el crecimiento económico y el empleo.
La dependencia aclara que aunque la economía mundial continuó expandiéndose durante el primer semestre de 2010, entre los especialistas prevalecen dos preocupaciones: la crisis de deuda soberana europea y la ligera desaceleración de la economía de Estados Unidos, por lo que el crecimiento global aún no está garantizado.
"De ahí la insistencia en mantener sin cambios al alza el pronóstico de crecimiento para este año, manifestando así una actitud prudente y responsable ante la evolución reciente de las variables macroeconómicas que, si bien es alentadora, aún debe ser enfrentada con cautela", subraya la SHCP.