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La guerra ‘salva’ las casas de El Paso

La entidad tejana ha sorteado la crisis gracias a la instalación de la base militar Fort Bliss; la llegada del ejército generó una explosión inmobiliaria a contracorriente a la situación de EU.
mar 09 noviembre 2010 06:02 AM
La instalación del fuerte ha traído a una basta base de soldados que han demandado nueva vivienda. (Foto: AP)
el paso texas fuerte fort bliss 1 (Foto: AP)

En casi todo Estados Unidos, sus ciudadanos han perdido la esperanza de que sus hogares recuperen su valor, o de que el desempleo tenga una reducción pronta y significativa. Pero en la esquina oeste de Texas hay más que esperanza: está ocurriendo una explosión en la construcción, aún en contra de todo pronóstico. La base militar estadounidense Fort Bliss, que cubre un área mayor a la de Rhode Island, se ha convertido en una de las instalaciones militares más grandes de Estados Unidos, y esto está teniendo un gran impacto en la decadente economía general.

Quizás el Congreso no lo sabía entonces, pero su estrategia por expandir Fort Bliss como parte del cambio de 2005 bajo la Comisión de Cierre y Reajustes de Bases Militares (BRAC por sus siglas en inglés), salvó a El Paso, Texas, de forma coincidente para que no cayera en el abismo de la última recesión económica.

Mientras que la construcción de hogares ha seguido cayendo a niveles bajos récord en la mayor parte de Estados Unidos , esta ciudad de 751,000 habitantes está presenciando un crecimiento relativamente robusto. De hecho, la llegada de soldados y de personal militar y de sus familias ha creado un déficit de unidades de viviendas en la base, lo que ayuda a aumentar la demanda de viviendas y desarrolladores en El Paso, según las autoridades militares de Estados Unidos.

Fort Bliss es una de muchas bases en las que los locales han atestiguado un boom en la construcción, en parte debido a la BRAC y otros esfuerzos no relacionados por parte del Departamento de la Defensa de Estados Unidos para expandir y reorganizar bases militares. Cuando ocurre el cierre o la consolidación de una base, los miembros del ejército y sus familias son llevados a zonas nuevas. Alrededor de muchas de estas zonas, los recién llegados son vistos como un estímulo económico instantáneo, causando un efecto dominó que aumenta la demanda de todo, desde casas y restaurantes hasta ventas y otros negocios.

Claro que por cada expansión súbita regional creada por la BRAC, existe un rezago económico en algún otro lugar. Se cree que el cierre de Fort Monmouth, en Nueva Jersey, causará la pérdida de 9,000 empleos en la zona para el año 2011. Pero en Maryland, donde gran parte del personal fue reubicado, la venta de hogares va en aumento. Según algunos cálculos gubernamentales, la avalancha de soldados, personal del ejército y de sus familias en la zona de Fort Meade podría generar, eventualmente, hasta 22,000 empleos federales y del sector privado, y 61 millones de dólares en proyectos de construcción. 

Aunque Maryland y otras zonas han resultado beneficiadas por la BRAC, Fort Bliss quizás es uno de los principales ganadores. Es la zona de entrenamiento militar más grande, y la combinación de terrenos desérticos y montañosos ofrece un escenario similar al de los campos de batalla en Medio Oriente. Desde 2005, el cierre de bases militares, sobre todo en Alemania (hogar de la Primera División Blindada) ha trasladado a otros 14,000 soldados a Fort Bliss. Para 2012 habrá otros 13,000, lo que hará que el número total de militares en la base sea de 38,000. Es el aumento porcentual más grande en una sola instalación militar desde la Segunda Guerra Mundial, según las fuerzas armadas de Estados Unidos.

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Es un boom del que se han beneficiado compañías de bienes raíces como Place Properties. La compañía con base en Atlanta que se especializa en comprar y administrar comunidades residenciales para estudiantes universitarios y para la milicia tiene, en la actualidad, seis proyectos, que crearán en total cerca de 4,000 unidades multifamiliares en todo el país, incluyendo Oklahoma, Kentucky y Texas (donde se encuentra El Paso).

La presidenta ejecutiva, Cecil M. Phillips, dice que durante los próximos tres años, el objetivo de la compañía es obtener 20,000 unidades repartidas en otras bases militares, como las de Virginia, Carolina del Norte y el estado de Washington.

"Algunas de estas comunidades están sub-ofertadas fuertemente en viviendas fuera de las bases", dijo Phillips, y agregó que aunque la BRAC es un elemento clave para el aumento de la demanda, los miles de soldados que regresan de Medio Oriente también están propiciando este fenómeno.

Es una señal de bienvenida. Desde hace años, El Paso ha tenido complicaciones económicas. Con Fort Bliss como principal empleador, la zona está atravesando uno de los crecimientos poblacionales más acelerados en su historia reciente. La expansión de Fort Bliss posicionó a El Paso de tal forma que lograra soportar la última recesión, y para que pudiera recuperarse de ella con más agilidad que la mayoría de las ciudades.

El Paso escaló cinco posiciones en el último Índice de Ciudades con Mejor Desempeño, del Instituto Milken, colocándose en la novena posición de las 200 zonas metropolitanas más grandes de Estados Unidos. Este comité de expertos atribuye la expansión de Fort Bliss como uno de los grandes motores de su fortaleza económica, aunque la ciudad sigue enfrentando grandes complicaciones a medida que intenta posicionarse para atraer a compañías de alta tecnología a su territorio.

Un boom sin explosión

El Paso no vio un crecimiento en el precio de las viviendas con las burbujas de bienes raíces entre 2000 y 2007, lo que ayudó a amortiguar el golpe de la crisis de las viviendas. Aunque los precios de las viviendas no han aumentado precisamente con la explosión de la construcción, se han mantenido fijos, apenas decayendo de su punto máximo. Esto es significativo, sobre todo porque los precios de las viviendas a nivel nacional han caído alrededor de 20% desde la época del boom, según Ross DeVol, director ejecutivo e investigador económico del instituto. El boom de la construcción de hogares en El Paso se ha visto, sobre todo, en unidades multifamiliares, en vez de en casas particulares individuales. Debido a la pasajera naturaleza de la vida militar, la mayoría de las unidades están ocupadas por inquilinos, no por dueños.

"La construcción militar que surge de la expansión fomentada por la BRAC en Fort Briss sigue contribuyendo al crecimiento general de la metrópoli", señaló el informe del Instituto Milken. "El Paso se ha mantenido en el escalón superior, en términos tanto de creación de empleos como de crecimiento salarial".

Más allá del mercado de bienes raíces, la expansión de Fort Bliss ha tocado otros aspectos de la economía de El Paso ayudándolo a rebotar a un ritmo más veloz que el de la mayoría de las ciudades. Entre 2008 y 2009, los empleos en la zona metropolitana crecieron casi 2.5 puntos porcentuales más rápido que a nivel nacional, convirtiéndose en la 17º tasa más alta de Estados Unidos, según el Instituto Milken.

Pero no todo es color de rosa para El Paso. Aún hay que superar enormes retos para atraer a más compañías tecnológicas, y más residentes aún deben sentir los beneficios de la expansión de Fort Bliss.

El mes pasado, Portfolio.com informó que El Paso tenía el crecimiento de ingreso per capita más alto en el último cuarto de siglo entre las 100 zonas metropolitanas más grandes de Estados Unidos. El ingreso per capita, un indicador del poder adquisitivo individual, aumentó 147% entre 1989 y 2009. Entre 2008 y 2009, cuando la recesión azotó a todo el país, el ingreso per capita creció 2%. Esto puede sonar impresionante, pero la verdad es que los ingresos en El Paso están creciendo a esa velocidad porque están comenzando desde una base mucho más baja que la mayoría de las ciudades. Portfolio calificó a El Paso en el lugar 99 con un ingreso per capita de 28,638 dólares. El único mercado que cayó fue otra ciudad de Texas, McAllen-Edinberg, con 19,720 dólares.

Sin duda, el personal militar es de ayuda. El promedio de sargentos con hijos gana cerca de 44,000 dólares al año, incluyendo su sueldo base y el mantenimiento de su vivienda.

De hecho, Fort Bliss ha llevado mucha dicha a El Paso, pero para poder mejorar realmente su competitividad económica, también debe crear fuentes de crecimiento más allá de Fort Bliss.

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