Obama pide a empresarios gastar más
El presidente Barack Obama, tratando de recomponer las tensas relaciones con el mundo corporativo, instó a altos ejecutivos empresariales de Estados Unidos el miércoles a gastar más dinero de los 2 billones de dólares estimados que están acumulados, para impulsar la contratación y la economía. "Nos enfocamos en los empleos y la inversión y ellos se sienten optimistas de que trabajando juntos podamos obtener parte del dinero que está fuera de circuito", dijo Obama a los periodistas después de reunirse con 20 importantes líderes empresariales.
Obama quiso tomar a los cerebros de importantes empresas estadounidenses en medio de estimaciones de que esas importantes compañías cuentan con unos 2 billones de dólares que podrían ser utilizados para contratar a más trabajadores.
La reunión con los jefes corporativos, como Jeffrey Immelt, presidente ejecutivo de General Electric Co, John Chambers, presidente ejecutivo de Cisco Systems Inc y Dave Cote, jefe de Honeywell International Inc., se llevó a cabo mientras el senado aprobó los recortes tributarios que las empresas buscaban.
Obama ha tenido sus desavenencias con grandes empresas, en particular por las reformas a la salud y a Wall Street, y la reunión se vio como una oportunidad para dar vuelta la página.
"Creo que tenemos la oportunidad de un nuevo comienzo aquí, y creo que vamos a intentar tomarla", dijo James McNermey, presidente ejecutivo de Boeing Co tras la reunión.
Obama se ha comprometido con los republicanos del Congreso sobre los impuestos tras la derrota de su partido en las elecciones del 2 de noviembre. Pero su última apertura a la comunidad empresarial no impresionó a todos.
Los altos ejecutivos quieren que Obama baje el tono de lo que ellos ven como su retórica contra los negocios, tome con calma la regulación y recorte los impuestos corporativos en una planificada reforma del código tributario el próximo año.
Relaciones tensas
Las relaciones se pusieron tensas debido a reformas que las empresas dicen que dañarán las ganancias, como también una retórica populista de Obama.
Pero, en general, Obama ha satisfecho las críticas corporativas con un plan para extender las rebajas tributarias de la era Bush, que se espera que obtenga el apoyo de los legisladores.
Las medidas, acordadas por la Casa Blanca con los republicanos a pesar de la reticencia de los demócratas sobre recortes de impuestos para los estadounidenses más ricos, son vistas como un impulsor de la producción estadounidense en un punto porcentual el próximo año si son adoptadas.
Obama expresó que quiere "ideas que ayudarán a las empresas a invertir en Estados Unidos y en empleos estadounidenses, en un momento cuando mantienen casi 2 billones de dólares en sus libros".
Las compañías han sido cautelosas en gastar su dinero por dudas acerca de la fortaleza de la recuperación económica, y han cumplido con la creciente demanda apretando más a sus actuales trabajadores en vez de agregar gente a sus nóminas.
