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OCDE omite estimación del daño en Japón

La destrucción es tan grande que no se puede hacer una estimación de su impacto, dice el organismo; los efectos adversos en zonas afectadas por el desastre pueden extenderse a otras áreas.
mar 15 marzo 2011 03:48 PM
La OCDE señala que la escasez de energía tras el sismo y la necesidad de reparar los daños han obligado a muchas fábricas a suspender la producción. (Foto: AP)
Japón sismo (Foto: AP)

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La destrucción causada por el terremoto y posterior tsunami en Japón es tan grande que en este momento es imposible estimar su impacto económico, consideró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En un reporte sobre el impacto económico del terremoto ocurrido en Japón el 11 de marzo pasado, el organismo apuntó que desastres como este reducen crecimiento potencial debido a daño a los activos fijos tangibles y lesiones y pérdida de vidas.

El organismo expresó su pesar por la pérdida de vidas y ofreció condolencias a los afectados por esta tragedia, y sostuvo que el terremoto ocurrido en la costa del Pacífico de la región de Tohoku fue el más fuerte registrado en Japón y provocó el peor desastre en ese país desde la era de la postguerra.

Refirió que las cuatro prefecturas más afectadas por el terremoto (Iwate, Miyagi, Fukushima e Ibaraki) representan entre 6.0 y 7.0% de la población y la producción económica de Japón, país que forma parte de la OCDE.

Comparó que el terremoto ocurrido en la ciudad japonesa de Kobe en 1995, por ejemplo, ocasionó daños estimados en alrededor de 2.0% del PIB. La zona afectada por el terremoto de Kobe, como porcentaje del PIB, era comparable a la zona devastada por el terremoto en Tohoku.

"Sin embargo, el impacto de la catástrofe del 11 de marzo puede ser mucho peor, dada la mayor gravedad del terremoto y el posterior tsunami. Además, una serie de réplicas continúa sacudiendo a Japón", advirtió.

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En particular, agregó, el terremoto y el tsunami dañaron seriamente las plantas de energía nuclear en la región de Tohoku, que depende fuertemente de tales instalaciones de electricidad. Las medidas para contener el sobrecalentamiento en algunos reactores pueden hacerlos inutilizables.

Se estima, anotó, que una quinta parte de la capacidad nuclear nacional de Japón se ha cerrado al menos temporalmente desde el terremoto, dando por resultado escasez de electricidad. Las autoridades planean apagones sucesivos en la mitad oriental de Honshu al menos varias semanas a partir del 14 de marzo.

La OCDE comentó que la escasez de energía y la necesidad de reparar los daños han obligado a muchas fábricas a suspender la producción, incluso en los sectores automotriz y de equipos eléctricos.

Anticipó que los efectos adversos en zonas afectadas por el desastre pueden extenderse a otras áreas del país y al exterior debido a la escasez de piezas. En consecuencia, es probable que la producción industrial en marzo caiga, seguida por una mayor debilidad en abril.

El terremoto de Tohoku ocurrió cuando la economía japonesa parecía estar emergiendo de una pausa en la última parte del 2010.

No obstante, mientras que los desastres reducen la actividad económica en el corto plazo, los esfuerzos de reconstrucción posteriores tienden a impulsar el crecimiento de la producción, para lo que el gobierno japonés ya inició discusiones.

Además, los recursos fiscales aparecen limitados a los fondos de reserva del presupuesto de 2010 y de 2011, que representan 0.4 y 0.2% del PIB, respectivamente, pero presupuestos adicionales para financiar los esfuerzos de reconstrucción ampliarán los recursos fiscales disponibles.

Indicó que en su reunión del 14 de marzo, Junta de Política Monetaria del Banco de Japón decidió duplicar el tamaño del programa de compra de activos, originalmente introducido en octubre de 2010, al tiempo que proporciona liquidez.

También, el Banco Central está supervisando el impacto del terremoto en los mercados e instituciones financieras. Los precios de las acciones han caído drásticamente desde el 11 de marzo, con una baja promedio de 16% en el índice Nikkei.

La OCDE informó que trabajará estrechamente con las autoridades japonesas en los próximos meses y está dispuesta a ayudarlos en todo lo que pueda, lo que incluye la evaluación del impacto de la tragedia en la economía y determinar las respuestas políticas necesarias.

 

 

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