Los negociadores legislativos trabajan en un plan que reduciría en 33,000 millones de dólares los gastos federales en los próximos seis meses y el vicepresidente Joe Biden dijo que "hay buenos avances" en los contactos para evitar el cierre del Gobierno estadounidense. Empero, esa cifra es considerablemente inferior a las reducciones exigidas por un sector republicano.
El plan de dividir la diferencia acaba en el punto de partida emprendido el mes pasado por el liderazgo republicano en un intento de cumplir su promesa electoral de
llegara a la Casa Blanca. Como justificante esgrimieron que ha transcurrido ya la mitad del presente año fiscal, que concluye el 30 de septiembre.Los 33,000 millones de dólares, mencionados por un ayudante legislativo familiarizado con las negociaciones y cuyo monto fue confirmado por Biden, están
La cifra es muy inferior a los 60,000 millones de dólares en reducciones aprobadas por la Cámara en febrero pasado, aunque es una concesión de los líderes demócratas del Senado y la Casa Blanca tras haber respaldado en un principio la congelación en los niveles actuales.
"No existe razón alguna para que, con todo lo que está ocurriendo en el mundo y con el estado de la economía, sigamos insistiendo que no podemos evitar una paralización del Gobierno federal", dijo Biden a los reporteros tras reunirse en el Capitolio con los líderes demócratas del Senado.
Conforme a las cifras y contabilidad que maneja Biden,
, que contienen aumentos que nunca fueron aprobados por el Congreso. Los republicanos exigieron en un principio reducciones de 100,000 millones de dólares usando el mismo método.Por ello, algunos legisladores republicanos insisten en la totalidad de los 100,000 millones de dólares originales.
La nueva legislación financiará los presupuestos de los organismos federales -incluyendo las guerras de Irak y Afganistán- hasta el 30 de septiembre, cuando concluye el presente año fiscal.