Japón analiza más impuestos a las ventas

El Gobierno planea subir el gravamen al comercio hasta el 8% para los gastos de reconstrucción; los consumidores ayudarán a pagar 300,000 mdd por los desastres que dejó el terremoto.
SISMO TUSNAMI JAPON (Foto: AP)

Los consumidores japoneses ayudarían a cubrir el costo de la reconstrucción después del poderoso terremoto y tsunami del mes pasado que dejaron 300,000 millones de dólares en daños,

dijo este martes el diario Yomiuri. El Gobierno está considerando elevar el impuesto a las ventas en 3% hasta 8% cuando comience el nuevo año fiscal en abril, indicó el medio.

Sería el primer aumento desde 1997, aunque los políticos japoneses frecuentemente habían debatido tal medida como una manera de aliviar la enorme deuda del país antes de que ocurriese el terremoto.

"Estaba claro incluso antes de este desastre y

que garanticen una situación fiscal sostenible, que algún tipo de reforma al gasto y los ingresos era necesaria", dijo el ministro de Asuntos Internos, Yoshiro Katayama.

"El debate sobre la situación fiscal no es algo que comenzó con este desastre", agregó.

El Gobierno espera evitar emitir nuevos bonos para financiar un presupuesto inicial de emergencia, que se espera que llegue a los 4 billones de yenes (48,000 millones de dólares), que debe ser armado este mes.

Pero la emisión de bonos es posible para los siguientes presupuestos adicionales y los mercados están preocupados de que la reconstrucción pueda interferir con

que llega a ser del doble del tamaño de la economía de 5 billones de dólares.

Japón debe transmitir el mensaje de que continuará apegándose a la disciplina fiscal, expresó este martes el ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda.

El periódico Yomiuri informó que el Gobierno había decidido no elevar los impuestos a los ingresos ni a las corporaciones.

"Estoy consciente de que el Partido Democrático está considerando varios métodos, incluido este (aumento de impuestos). Pero el Gobierno no está considerando ningún método específico de financiamiento en esta etapa", dijo el máximo portavoz de Gobierno, Yukio Edano, en una conferencia de prensa.

Katsuya Okada, secretario general del gobernante Partido Democrático (DPJ, por su sigla en inglés), recomendó el domingo que la nación japonesa debe elevar los impuestos para pagar los nuevos bonos del Estado que serán necesarios para pagar por la reconstrucción.

Un sondeo del diario de negocios Nikkei mostró el lunes pasado que cerca de 70% de los votantes japoneses aprobaría un aumento de impuestos para ayudar con la reconstrucción, pero quieren que el impopular primer ministro Naoto Kan sea reemplazado.

"Sin importar quien esté a cargo, ellos necesitarán elevar los impuestos y emitir más bonos, pero en dos etapas", informó Yasunori Sone, profesor de ciencias políticas de la Keio University, sugiriendo que el aumento del gravamen podría venir después que la emisión de bonos.

Impacto nuclear

Mientras intenta lidiar con las consecuencias del terremoto y tsunami que dejaron al menos 13,000 personas muertas y a decenas de miles sin hogar,

Daiichi que comenzó a filtrar radiación cuando resultó dañada por los desastres naturales.

Los ingenieros se vieron forzados a comenzar a bombear agua de baja radiactividad al Océano Pacífico el mes pasado, una medida que preocupó a los vecinos de ese país y que se detuvo sólo recientemente.

Este martes, el operador de la planta Tokyo Electric Power (TEPCO) explicó que comenzó a retirar el agua altamente contaminada desde los reactores, una medida esperada por largo tiempo y un paso clave hacia la reparación del sistema de enfriamiento que regula la temperatura de las barras radiactivas.

TEPCO quiere lograr un "apagado en frío" de la planta dentro de seis a nueve meses, indicó el domingo, lo que establece un cronograma para controlar la peor crisis nuclear mundial en 25 años.

Tokyo Electric dijo que planea enfriar los reactores y combustible gastado en la planta nuclear hasta un nivel estable y reducir las filtraciones de radiación dentro de tres meses.

El daño a Fukushima Daiichi, y el cierre de otras plantas de energía nuclear, ha provocado una escasez de electricidad que exacerba las interrupciones a las cadenas de suministro de las manufacturas y la actividad económica en general.