México, ¿inmune a las crisis externas?

Economistas dudan de la confianza del Gobierno, que se basa en la solidez del mercado interno; el secretario de Hacienda dice que es la vía para proteger al país de una desaceleración en EU.
crisis (Foto: Photos To Go)

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Antes de garantizar que México está protegido de cualquier contagio externo, el Gobierno debe aplicar políticas públicas y reformas estructurales que permitan al país enfrentar mejor las posibles crisis que se presenten a escala mundial, aseguran economistas.

Este martes, los secretarios de Hacienda y de Economía, Ernesto Cordero y Bruno Ferrari, respectivamente, aseguraron que, si bien el país

, se cuenta con bases sólidas que ofrecen un blindaje ante situaciones desfavorables.

Además de mesurarse en los comentarios, para los especialistas es necesario impulsar acciones, pensando en un esquema que permita distribuir el ingreso a través deuna transformación de las finanzas públicas. "Más bien, lo que hay que hacer es poner manos a la obra", dice Leticia Armenta, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey Campus ciudad de México.

El secretario de Hacienda dijo que,

ante crisis internacionales, en México "hemos avanzado mucho y hemos hecho la tarea".

El titular de las finanzas públicas del país afirmó que "la mejor manera de protegernos ante una desaceleración en Estados Unidos, sin ninguna duda, es que tengamos un mercado interno lo más dinámico posible, y en eso estamos trabajando, y en infraestructura, disponibilidad de crédito, desde luego, y es también generando la confianza para que se empiecen a dar situaciones de consumo y de inversión en nuestro país".

En tanto, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, subrayó que las medidas asumidas para evitar un impacto severo a causa de la crisis financiera en 2009, "no sólo amortiguaron el golpe, sino que además generaron una serie de posibilidades que hacen que la economía de México sea fuerte y pujante".

Tras destacar que en México no hay ningún indicio de que se pueda generar una crisis económica interna como sucedió en el pasado, por debilidades estructurales de la economía, Cordero reiteró que

y este ha sido diversificar exportaciones y fortalecer el mercado interno.

"También podemos asegurar que en los últimos meses hemos estado ocupados en prepararnos para un entorno de una gran incertidumbre y por eso tomamos medidas en el pasado", expuso el secretario de Hacienda, quien ratificó su expectativa de crecimiento de 4.3% para 2011.

Hay poco espacio para el optimismo, advierte Erick Urtuzuástegui, economista en jefe de la consultoría Prognosis, ya que un lento crecimiento en Estados Unidos es suficiente para que México también muestre una lenta expansión.

Si bien los indicadores del mercado interno prometían un mejor desempeño, apenas están repuntando, el desempleo se mantiene alto, el mercado laboral muestra condiciones precarias y "si EU baja su potencial de

porque estará restringido por los recortes al gasto que tendrá que aplicar, México también lo hará".

"Si nos va bien este año creceremos 4% y si para el próximo año teníamos una tasa inercial de 3.5%, entonces creceremos a 3%, que será insuficiente para recuperar empleo, disminuir pobreza. Tal vez estemos lejos de un desastre, pero tampoco estamos de una senda de crecimiento fuerte, porque los políticos no hicieron la tarea cuando debían".

Respecto al fortalecimiento del mercado interno que ayude a paliar efectos externos, Urtuzuástegui menciona que "esa hipótesis existe desde antes de la crisis de Lehman Brothers, de que el mercado interno de México

, pero a la ahora del crecimiento, el que cuenta es el mercado externo".

Como determinante del crecimiento, el mercado interno aún tiene muchas limitantes y mientras no haya una dinámica laboral más robusta, es difícil hablar de un mercado interno fuerte.

La opción planteada por Hacienda ante crisis externas es válida, pero en los últimos 18 años ha sido muy deprimido el impulso al mercado interno, porque la atención de la política pública fue a desarrollar las alternativas en el mercado internacional, agrega Armenta, del Tec de Monterrey.

"Es una buena opción desarrollar un mercado internacional, pero el precio ha sido este desapego de un conjunto de políticas que pudieran favorecer precisamente la solidez interna, y aún cuando el mercado interno sirve cuando en el ámbito mundial hay algún problema económico que reduce la demanda de los países, ahorita necesita de una atención para poder funcionar como esa alternativa".

Además, agregó, mientras en México no se solucione

, aunque el mercado interno pueda ser una opción, es muy pequeña y restringida, y difícilmente se podrá comparar con la dimensión del mercado internacional.

"No se tuvo el cuidado de mantener el desarrollo del mercado interno y ahora tenemos un mercado deprimido", recalca Armenta.

Ciertamente, ninguna economía está blindada ni es inmune a crisis que vienen de fuera, pero más allá de apuntalar al mercado interno como una opción, hay que impulsarlo para que tenga ese propósito, señala.