Bernanke deja pendiente nuevo estímulo
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo este jueves que el Banco Central estadounidense no escatimará esfuerzos para impulsar el crecimiento y bajar el desempleo, pero no ofreció pistas sobre las herramientas que dispone para ello. Sin embargo, el jefe de la Fed no ofreció detalles sobre las medidas que podrían adoptar los funcionarios de política monetaria.
"La Reserva Federal hará todo lo que pueda hacer para ayudar a que se restauren altas tasas de crecimiento y empleo en un contexto de estabilidad de precios", dijo en comentarios preparados para pronunciar en el Club Económico de Minnesota.
En lo que puede interpretarse como un intento por tranquilizar las preocupaciones de algunos de sus colegas de que más alivio monetario podría desatar inflación, el jefe de la Fed dijo que un reciente aumento en los precios probablemente sea transitorio.
"No vemos indicios de que las tasas más altas de inflación experimentadas hasta ahora este año se hayan arraigado en la economía", dijo.
Las acciones cayeron, el dólar amplió su avance contra el euro y los precios de los bonos extendieron las ganancias tras los comentarios de Bernanke, que no ofrecieron compromisos concretos sobre nuevo alivio monetario.
Exceptuando el énfasis de que un débil crecimiento que no mejore el empleo no es suficiente para satisfacer a la Fed, Bernanke no profundizó mucho más de los comentarios que hizo hace dos semanas, y más bien repitió que la Fed tiene un rango de herramientas para suministrar estímulo adicional y que está preparada para usarlas.
Un gasto familiar inusualmente débil y las persistentes tensiones financieras generadas por las preocupaciones en torno a la crisis de deuda de Europa y a la pérdida de la máxima calificación crediticia de Estados Unidos siguen frenando la recuperación, dijo Bernanke.
También advirtió que un excesivo recorte del gasto por parte del Gobierno de Estados Unidos en el corto plazo también podría frenar una recuperación a la que calificó de "errática".
"Una consolidación fiscal sustancial en el corto plazo podría sumarse a los vientos en contra que enfrenta el crecimiento económico y la contratación de personal", dijo.
Una extendida crisis de deuda en Europa y el colapso de la confianza del consumidor y los empresarios en Estados Unidos han generado inquietud de que la economía global y la estadounidense puedan regresar a un periodo de recesión.
Mientras, es tan intenso el reciente deterioro que apenas en seis semanas el debate político en Washington ha variado de preocupación sobre cómo reducir la deuda de Estados Unidos a una renovada urgencia por disminuir el desempleo.
