Eslovaquia tienta la paciencia de Europa
La primera ministra de Eslovaquia, Iveta Radicova, se jugó la permanencia de su Gobierno este martes al vincular la ratificación de los poderes del Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera en el Parlamento nacional a un voto de confianza en su administración.
Eslovaquia es el último de los 17 países miembros de la zona euro que aún no vota el acuerdo pactado por los líderes del bloque en julio para incrementar el tamaño y las capacidades del mecanismo de rescate EFSF (por su sigla en inglés).
La votación se prevé para la tarde de este martes.
Tres de los cuatro partidos del Gobierno de centroderecha quieren aprobar el mecanismo que pretende evitar el descontrol y la extensión de los problemas de Grecia.
Pero un cuarto partido menor, Libertad y Solidaridad (SaS), ha amenazado con votar en contra, argumentando que uno de los miembros más pobres del bloque no tiene que pagar la enorme deuda de países más ricos como Grecia e Italia.
Radicova dijo que espera que la propuesta se apruebe, aunque en caso contrario podría repetirse la votación. Tres de los partidos de Gobierno a favor de la medida han dicho que buscarán el apoyo de la oposición para lograr su aprobación, aunque eso suponga la caída del Gobierno.
El partido SaS afirmó este martes que se abstendría en la votación para ratificar el plan de rescate de la zona euro, lo que obligaría al Gobierno a acudir a la oposición para conseguir la aprobación de la propuesta.
Por su parte, el partido de oposición eslovaca Smer dijo que está dispuesto a iniciar conversaciones con los partidos de la coalición de Gobierno sobre la ratificación del fondo de rescate si en una primera votación no consigue ratificarlo, dijo el líder de la formación política Robert Fico.
Smer ha dicho en repetidas ocasiones que está a favor de ratificar el plan para ampliar los poderes de EFSF, pero que sólo lo aprobaría si se produjera una renovación del Gobierno o si se celebra una elección anticipada.
Una vez que el EFSF sea votado, en caso de ser aprobado los parlamentarios deberán aprobar un proyecto de ley doméstico para implementar el acuerdo, un tema que según analistas no representa problemas en caso de que Radicova asegure el apoyo del SaS o de la oposición.